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CRUZANDO EL PUENTE

TRIANA

¿ TRIANA COMARCA CANTAORA? (Ensayo)

¿ TRIANA COMARCA CANTAORA?  (Ensayo)

Conferencia dada en el Hotel Alcázar de la Reina para el Centro Cultural Olavide en Carmona – Cursos de Verano 2006 -

                                    EL FLAMENCO DE AYER Y HOY

INTRODUCCIÓN

¡Sí! En interrogación, a modo de pregunta, fue y sigue siendo Triana una Comarca Cantaora, ¿ Es un mito? ¿Es una leyenda? Con toda sinceridad tendré que admitir que es un conjunto de apreciaciones envueltas en un halo que la han caracterizado dándole un reconocimiento no sólo en el mundo del flamenco sino también en muchos aspectos del arte.

Pero tendremos que seguir preguntándonos que circunstancias históricas han acontecidos para que el nombre de Triana haya llegado a constituirse en una referencia imprescindible a la hora de hablar de  flamenco.

Es indudable que la situación geográfica y el clima son dos elementos de gran importancia que influyen de una forma determinante a la hora de forjar un carácter y si a estos elementos les unimos las situaciones aportadas por el normal comportamiento socio-económico y político dados por la natural inter-relación entre los individuos nos da como resultado una serie de actuaciones muy concretas en  un determinado lugar, en este caso, en lugar no es otro que Triana, siendo el motivo que me ha traído aquí en esta mañana calurosa muy cerquita ya de ese día “señalaito” de la “Seña Santana”.

Antes de nada tendré que hacer una observación de gran importancia encuadrada en esta inter-relación humana, que no es otra que desmontar el tópico existente acerca del comportamiento trianero. Triana cuando hace uso de su nombre no adopta una actitud prepotente, Triana hace uso de su nombre inconscientemente al haber forjado su carácter por si sola, ya que desde sus inicios como núcleo poblacional ha sido un barrio de alubión, un barrio de acogida, un barrio extrovertido, como lo demuestran todos los antecedentes históricos de los cuales daremos algunas referencias con el fin de tratar él  por qué es la pionera en mundo del arte y muy en particular en dar a conocer una cultura musical que se había venido gestando durante en el transcurso del tiempo, siendo la portadora, dotándola con sus aportaciones personalidad y creando estilos propios que han sido transmitidos y quedados grabados en nuestra reciente historia de lo que en la actualidad conocemos con el apelativo de flamenco.

La formación de este núcleo poblacional es antiquísima, pienso que el primer asentamiento de Sevilla se da a la margen derecha del río, por una sencilla razón, ya que a pesar de las dificultades que este presentaba debido a las inundaciones que puntualmente se daban al año, las ventajas obtenidas eran cuantiosas ya que el limo dejado era de una fertilidad extrema - aunque las comparaciones se suele decir que son odiosas es un caso muy parecido a un gran río como es el Nilo – y ustedes se preguntaran que tiene que ver esto con el Flamenco, no se asusten que tiene que ver y mucho, porque la historia del Flamenco, no se puede decir que tenga sólo doscientos años, si bien el apelativo es muy moderno, su forja se ha dado durante un largo proceso histórico. Por tanto no tendré más remedio que entrar en analizar el carácter forjado de este núcleo poblacional que no es otro que el comportamiento del trianero.       

 EL  CARÁCTER DEL TRIANERO  

Para encontrar los cantes de Triana es imprescindible analizar este comportamiento, porque  Triana  desde  su configuración como núcleo poblacional fue un caso atípico en relación  con  él  del resto de la ciudad;  hasta  tal punto, que desde la otra orilla del río, el venir a Triana se consideraba una odisea, debido  a  su  mala  fama, donde  se creía que las reyertas  eran  continuas  y  los  navajazos  estaban  a la  orden  del  día. ¡ Cierto que se dieron en ocasiones! Pero de esto  a  que sus vecinos, fueran gentes del mal vivir, va   un  abismo. No dudamos que estas  manifestaciones se dieran más  que en otro lugar, pero generalizar y decir que todos sus vecinos fueran unos díscolos y bravucones es una exageración,  ¡Tal vez haya obedecido a unos intereses  muy concretos  de la  clase  dominante!  Éste sambenito lo  ha llevado  a cuestas  el barrio durante  muchos años, de aquí la consideración y el tópico aún  existente y por fortuna ya casi desaparecido de que el flamenco es de desheredados y gentes de mal vivir; ante esto tendremos que  analizar el hecho del porqué el nombre de Triana se conoce universalmente y donde el flamenco ha jugado un papel primordial, y él  por qué ha surgido este  raro  y extraño fenómeno, caso  curioso  no  por la fama  que le dio la ciudad,  sino por todo  lo contrario, por su laboriosidad de sus industrias artesanas y  por una expresión  muy  genuina en el  mundo artístico; éste dato viene a demostrar una vez más el aislamiento a que  estaba  sometida, siendo más conocida en  el exterior, que en la ciudad donde estaba enclavada.

    Con  esto  no  queremos  decir  que  no se rigiera por las ordenanzas emanadas para el establecimiento del  buen gobierno y a esta se le considerara algo distinto en la configuración global de la urbe.

   Para analizar las circunstancias que motivaron estas expresiones diferenciadas, no tendremos más remedio que entrar en la observación del porqué de un carácter; para tal fin  tendremos que remitirnos a los antecedentes  históricos, que sirvieron de base y en donde las circunstancias  socio-económicas y políticas jugaron  un  papel determinante a la hora de forjar un pensamiento y una forma de ser.

     ¿Pero  cuales  pudieron  ser  los orígenes de Triana?  Pregunta  de  difícil contestación, ya  que  incluso cuando investigamos sobre su  nombre  patronímico nos encontramos con  varias  teorías, lo suficientemente conocidas, por lo que no abundaremos en ellas. Nos concretaremos a su primer asentamiento, que  es  lo que perseguimos para poder encontrarnos con el carácter  singular del  trianero.          

       Su configuración geológica nos ha jugado una mala pasada, ya que al estar ubicada sobre un terreno de esteros  y  marismas, no han quedado los  suficientes  restos  arqueológicos  que  nos  puedan  demostrar sus primigenios asentamientos, si  bien  los estratos de limo dejados por las constantes anegadas nos pueden dar una base de datos para determinar su origen. Mientras tanto en la orilla opuesta al ser  un  pequeño altiplano, poco  elevado,  se  encontró el refugio necesario para  salvar  las  anegadas del  Guadalquivir  y creciera una ciudad, caso opuesto a la margen derecha  que  toda ella era tierra inundable. Y es aquí,  que desde un principio estuvo sometida, lo que  más  tarde  se  denominó  Triana, a  un  natural  aislamiento geográfico, donde el río fue el principal protagonista.

      Este aislamiento forzoso a la que estaba sometida, se vio amortiguado al ser una zona  de  gran riqueza agrícola y el lugar de paso de toda la zona del Aljarafe, comarca de feraces tierras que  jugaron un papel de importancia a  la hora de abastecer a la ciudad. Ya tenemos a una Triana con  un comportamiento inminentemente rural y convertida en una alquería árabe de las tantas existentes en esta orilla del  río, teniendo que ser defendida estratégicamente por lo que esta significaba,  en  cuanto  al  sustento de la  población  que  se encontraba ubicada a intramuros.

      A pesar de jugar este papel de importancia, Triana aún no se encontraba lo suficientemente poblada para que generase una idiosincrasia peculiar, al estar configurada por un caserío muy disperso no teniendo un lazo común de unión, si bien empiezan a florecer una serie de industrias auspiciadas por la abundancia de agua y el fértil limo que dejaba puntualmente el  Guadalquivir, naciendo como consecuencia el trabajo artesanal de la alfarería, así como la industria del jabón, auspiciada por los almarjos, planta  barrilera que se da  en zonas bajas y húmedas como son las marismas, que después de ser quemadas en sus cenizas aparece la sosa cáustica, que combinada con el aceite que producía el gran  cultivo del olivar, eran los elementos vitales para la elaboración de este producto para el aseo. Éste fue el principio industrial  de  Triana, pero cuando esta se consolida como núcleo poblacional es con la llegada de los castellanos, siendo  Fernando III el que establece  su  campamento  para  la   toma de Sevilla al final del foso de la Cava, en la Dehesa de Tablada, y  es cuando aparece su carácter al asentarse en este territorio la mayor parte de  las  huestes que acompañaban al Rey, donde  se  encontraban  todos  los  oficios que asistían a la tropa. Estos avatares históricos, unidos a su situación  geográfica  y  siempre  sometido  al  aislamiento natural antes comentado, dieron como  resultado unas  formas  peculiares  y  maneras  diferenciadas, siendo  determinante  para que llegaran los gitanos y  se ubicaran definitivamente  aportando  una nueva   mezcla  al mestizaje nacido en esta margen derecha del río y a extramuros de la ciudad.

      En esta aislada orilla, en un  principio se fusionaron tres culturas: Árabes, dedicado a  la  labor de la tierra, los castellanos llegados  con  Fernando III, y los gitanos que llegan más tarde, a mediados del s. XV, partiendo de la base que fueran más bien moriscos, no queriendo entrar en este tema ya que nos apartaría de lo que estamos tratando. Los judíos quedan en el interior de la  ciudad a intramuros, creando sus propias juderías y perteneciendo a  un estrato social más alto, no asentándose en Triana, si bien jugando en su economía. Ya tenemos las culturas que con el devenir del tiempo forjaron una música que más tarde se denominará flamenco.

      Él que a va  a jugar un papel determinante en la configuración definitiva del carácter del trianero fue el descubrimiento de  un  Nuevo  Mundo, floreciendo oficios que demandaba  la Carrera  de las Indias; aparecen: carpinteros de ribera, calafates, rederos, veleros, alfareros, herreros, ¡¡ojo a los alfareros y herreros que jugaron un  papel fundamental en la forja de los cantes de Triana!! Alcanzando  cotas  insospechadas  auspiciadas por éste hito histórico.

       El carácter  del  trianero es fruto del mestizaje que surgió de las culturas llegadas, como asimismo de todos  aquellos  que  llegaron incluso años más  tarde,  buscando el  amparo de  un barrio  en  el que  nadie se sentía  forastero, Triana  fue, ha  sido y es un barrio de alubión, donde  después  de  la  época  del Descubrimiento con el traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz – este traslado significó que el flamenco saliera de Triana como explicaremos más adelante -  vino a menos quedando condenada al ostracismo y donde encontraron refugio las más humildes clases sociales, comportamiento de sus orígenes primigenios.

       El  traslado  de  la Casa de la Contratación a Cádiz fue motivado a que no podían atracar los buques de gran calado, problema  aún  en  nuestros días no resuelto, trayendo como consecuencia la merma del comercio del puerto,  al vivir toda su industria  al amparo de éste, Triana entró en declive,  si bien  siguieron  establecidos ciertos oficios, no con la fuerza y la pujanza de antaño.

        La  configuración  del  estrato  social de Triana siempre fue bajo, donde sus corrales habitados por gentes de la más humilde condición forjaron un pensamiento bien diferenciado, con esto no queremos decir que no aflorara una nueva burguesía al amparo de las reminiscencias de una anterior época de esplendor.

        Triana al estar sometida al aislamiento natural, no se contaminó de las expresiones y  comportamientos de  la  ciudad, crea su propio léxico, su propia fonética y su propia música, que no fue otra que el flamenco, aparte de que el río vuelve a  ser el protagonista, no  sólo ya  por  ser  una barrera separadora, sino por las anegadas que traía puntualmente  todos los años, estando este núcleo poblacional  supeditado  al  azote que estas ocasionaban, naciendo de todo este cúmulo de circunstancias  una filosofía  en la manera de pensar, originando tener lo mínimo, con el fin de no poner en riesgo  sus pequeños  patrimonios (enseres y ajuares) que  tenían  que ser lo indispensable a sabiendas que puntualmente a la cita, el río cobraría su renta. Esto  unido  a la configuración de su caserío, casas bajas a lo más de dos plantas y  en su mayoría corrales y patios  de  vecindad, toda  la  vida se realizaba en la calle, al aire libre, con la cual las relaciones humanas  y la solidaridad era una constante  auspiciada por las carencias existentes.

        ¿Fue  posible  que  todos  estos  avatares  configuraran un carácter, un pensamiento peculiar y como consecuencia una creación propia en la expresión musical?  Mantenemos razones fundadas para que  así  fuera. El  humano, el  individuo, en  función de todo el ambiente que lo rodea, lo hace ser diferente a otros, nacidos y  criados  en  otro pago o lugar al estar en consonancia con su hábitat. A  los hechos nos remitimos,  poniendo como  ejemplo  la  diferencia de carácter existente entre los pueblos del norte de Europa con  los del sur, a más  distancia  menos  parecido, a más proximidad más semejanza,  pero  estableciendo siempre matices  en función tres factores: el terreno, la temperatura, a los que hay que unirle el humano; estos dan como resultado el carácter de un determinado núcleo poblacional o asentamiento,  que  una  vez desaparecida la  trashumancia  en  consecuencia  queda  establecido  un  equilibrio natural  conjugado  definitivamente por estos  tres factores como son:  Geología, clima e  individuo.

           Estas  son  las  razones  fundadas  antes comentadas; Triana  debido a la feracidad de su vega, su situación  geográfica, climática  y la mezcolanza  de culturas se dieran estos  tres componentes y naciera un carácter  diferenciado al  resto  del  otro  núcleo  poblacional nacido a la otra orilla  del río. No por esto, tendremos que argumentar: que este fuera mejor que aquel, pero sí diferente por las razones expuestas.

            El  carácter  es  el  modo de ser de una  persona o pueblo, la expresión personal y originalidad musical que ha surgido en el hábitat natural de convivencia impuesto por el  medio  que lo ha desarrollado lentamente, no nace de  una  forma  o  manera  inmediata, por tanto tendremos que decir en la Triana actual aún se conservan muchos  rasgos  del  comportamiento  de  antaño, aunque  estos  van ausentándose, apareciendo otros pero siempre  conectados  y  teniendo por base los originarios. La Triana rural ha desparecido por completo, estando en actualidad  incrustada  en  el  comportamiento del individuo urbano.

DE LOS CANTES Y SUS ORÍGENES

Una vez expuestas estas argumentaciones entraremos de lleno en la expresión musical que ha distinguido a Triana en lo que más tarde se iba a denominar en un principio Cante Hondo y más tarde Flamenco.

¿Y por qué en Triana? Existen muchos razonamientos y tendremos que dar algunos. Uno de ellos, el primordial es la llegada de los gitanos a Triana, pero no obstante tendremos que decir que antes de su llegada ya se daban fiestas auspiciadas por la celebración de la Velá de Santa Ana, al haberse erigido un templo en su nombre por Alfonso X “El Sabio” siendo velada la Santa, llegando a alcanzar tal nombradía que fue punto de encuentro de gentes llegadas de los más lejanos territorios, estableciéndose la costumbre Cristiana-Castellana de sacar a la Santa alrededor del templo recientemente construido motivando un gran jolgorio y fiestas en su nombre.

Como he comentado anteriormente la llegada de los gitanos fue primordial, ya que estos poseían una cultura ecléctica, es decir que tomaban los más diversos elementos de los comportamientos de los ya asentados, con el fin de subsistir, aún no integrándose y mantener su núcleo central familiar, no olvidando que aún estaban perseguidos por las pragmáticas dadas por los Reyes Cristianos.

¿Que música se daba en Triana en aquellas fiestas para que los gitanos la acogieran dotándolas de su exotismo oriental de donde provenían? No era otra que los romances tradicionales castellanos los cuales los adaptan a su peculiar forma de comportamiento corrompiéndolos por la transmisión oral. Ya tenemos un principio. ¿Por qué en Triana empieza a aparecer este estilo musical? Por una razón muy simple por qué Triana era el centro neurálgico de la economía propiciada por el Descubrimiento de un Nuevo Mundo, y donde su puerto era el punto de un trasiego mercantil prospero y floreciente. Triana era un arrabal, un suburbio donde se ubicaron las clases más bajas al amparo del comercio y la industria establecidas fuera de la ciudad.

Ya tenemos los Corridos o Romances y van a aparecer las Toná, las cuales mantengo que provienen del Cancionero de la Colombina creado debido a este evento histórico de importancia como fue el Descubrimiento. ¡Atención al dato¡ ¿Quien crea este Cancionero? no son otros que: Juan de Triana, racionero de la antigua Catedral de Sevilla, Francisco de la Torre de Sevilla y Hurtado de Jerez. Si nos acogemos a este Cancionero aparecen las letras de las Toná ya que mucha de la música escuchada en la Corte, las capillas, las catedrales y las ceremonias cívicas era improvisada. Eran la mayor parte de las letras que se oían en las tabernas, calles, plazas y lugares de trabajo de las clases inferiores de Triana. Los gitanos ya trianeros recogen estas letras popularizándolas y creando estilos personales llegando a cantar hasta treinta y tres tipos de Tonás, como la edad de Cristo,  Silverio Franonettí llegó a cantar hasta veintinueve.

De las Toná, sus derivaciones acomodadas y adaptadas a su exotismo oriental y con las creencias ancestrales de los gitanos: La “Debla” creencia religiosa y las “Carceleras” debido a la represión a las cuales estaban sometidos. Naciendo el “Martinete” cante de fragua por excelencia una vez asentados y prácticamente integrados los gitanos y dedicados a este prospero oficio que les dio pingües beneficios estableciendo entre ellos mismos una diferenciación, naciendo unos clanes y gerarquización muy típica de su raza. De los “Martinetes” tendré que hacer una observación: Se está en la creencia que este cante se ejecutaba cuando laboraban la forja, no es así, la fragua era el lugar de reunión cuando habían acabado el trabajo. No podemos olvidar que los gremios artesanales, establecían el lugar de trabajo en el mismo sitio que el de la convivencia diaria, de aquí lo que significaron las córralas, en Triana corrales y patios de vecindad, celebrándose fiestas por cualquier motivo. El yunque y el martillo  al estar siempre disponible se usó para el acompañamiento haciendo de diapasón, dando las notas al cantaor, pienso que fue el primer instrumento de acompañamiento, como más tarde en las evoluciones de los cantes se fueron incorporando otros instrumentos caseros, hasta llegar la guitarra.

Ya tenemos los cantes primigenios y primitivos: Romances, Toná y las derivaciones de estas como Carceleras, Deblas y Martines sin lugar a dudas nacidos en Triana por todas las circunstancias antes comentadas, nos quedan la seguiriya,  la soleá, y los cantes de fiestas que en Triana no eran otros que los Tangos.

Seguiremos haciendo el recorrido histórico de las manifestaciones populares que determinaron las características de los cantes de Triana y como estos fueron salidos del barrio y exportados a otros lugares dándoles el sello propio según el lugar y comarca debido a las aportaciones personales de las vivencias de cada lugar, ya que el flamenco es una creación constante.

Entraremos en analizar las Siguiriyas, en principio denominadas Siguiriyas gitanas de la Cava. Si bien su origen puede estar determinado siguiendo el mismo comportamiento de las Tonás,  no obstante estas aparecen más tarde, una vez que los gitanos trianeros se encuentran asentados definitivamente en Triana, teniendo que hacer una observación de gran importancia, el gitano en Triana se integró conviviendo en los corrales con los no gitanos, no existiendo diferencia alguna, ni creando rechazo alguno por su condición de raza, si bien mantenían su peculiar comportamiento siendo aceptados por todos.

Sigamos con las Seguriyas, ya que este cante es el resultado del producto de esta integración. He comentado que su origen siguió el mismo camino que las Tonás, el hecho queda demostrado que algunas de sus letras provenían de estas. Posiblemente a igual que los Romances fuera recogida de la Seguidilla popular castellana y adaptada por el gitano que la dota de un sentimiento muy especial, profundizando en la pena ancestral de su represión y muerte. La Seguiriya es un “quejio” es una reinvidicación, personal e individual. La Siguiriya Gitana de la Cava, se cantó sólo en Triana, que dio seguiriyeros de gran importancia como fueron Cagancho y Frasco el Colorao. Es indudable que la Seguiriya trianera es la más primitiva. En la actualidad las que se cantan son más las jerezanas y las gaditanas.

Este cante necesitaría más tiempo para su exposición y estudio y tendríamos que dedicarle un apartado monográfico no siendo el tema que nos ocupa.

Y entramos de lleno en la Soleá, mejor dicho “El cante por Soleá”  siendo difícil y complicado determinar su origen, pero al menos daré una serie de argumentaciones con el fin de demostrar que es un cante eminentemente trianero. No quiero entrar en estar en posesión de una verdad absoluta, y menos en el flamenco, donde no tenemos ni poseemos testimonios escritos para asegurar sus orígenes, por tanto tenemos recurrir a la hipótesis histórica.

Según el Diccionario, su nombre se deriva de soledad y del latín solitas-atis, pues bien ya nos encontramos con el primer enigma, ¿por qué el nombre soleá? trataremos de buscar una explicación lógica en función desde cuando se origina este cante que fue sobre el 1840, mediados de s. XIX, siendo atribuido a la “Andonda” a parecer de Triana, no existen referencias ciertas, ya que a Triana por todo los expuesto anteriormente llegaron para buscar su cobijo gentes de todos los confines. Se tienen noticias que podrían venir de los bailes denominados Jaleos según lo bailaran los hombres y Jelianas si lo bailaban las mujeres. Estos bailes estaban acompañados de cantes. La Andonda empieza a cantar sin acompañamiento de baile, hasta tal punto que adquiere popularidad por este hecho insólito, se queda sola, no es extraño que le pidieran: ¿Andonda canta sola? canta en soledad, sin nadie. Por derivación pudo venir el nombre de Soledad en definitiva en nuestro léxico “Cante en Soledad” “Cante por Soleá”. Esto no deja de ser una hipótesis, pero haciendo uso de la lógica, podemos acercarnos al porqué de su nombre.

Triana de inmediato se distinguió por la Soleá al ser un cante que adquirió muy pronto una gran difusión y volviendo a la hipótesis histórica, nacieron grandes soleareros cada uno de ellos dándole una personalidad propia a igual que hizo la Andonda cuando lo aparta del baile, todos los creadores del cante por soleá siguieron esta línea creativa. Existe un dato a tener muy en cuenta como son los Cafés Cantantes de los cuales Silverio Franconetti fue un precursor de llevar esta música aún no conocida como flamenco al escenario. No podemos olvidar que al poco tiempo se inaugura el actual Puente de Triana no existiendo los impedimentos que tenia el Puente de Barcas, recurriendo el Gran Silverio a los cantaores de Triana para sus actuaciones en los Cafés. Otro dato a tener en cuenta es que todos los Cafés Cantantes, se establecen a la salida del Puente de Triana hasta llegar al Centro, por este motivo empiezan a salir los cantes de Triana del hermetismo de su circulo trianero.

Si la Andonda fue la precursora en los cantes por Soleá siguieron su línea creadora muchos cantaores trianeros, y tuvo tal difusión que muchos llegaron a Triana para conocerlo hasta tal punto que se tienen noticias de que en el Callejón del Estudiante, actual calle Magallanes, muy cerca de lo que fue el Zurraque existía una pensión regentada por una señora que su sobrino era aficionado al toque de la Guitarra siendo lugar de reunión y paradero de Ramoncito “El Ollero” y a donde asistió “La Serneta” interesada por estos cantes.

En Cante por Soleá fue recogido en el barrio de Triana por gitanos y no gitanos siendo los Alfareros y su precursor Ramón el Ollero, los que crean unos estilos muy personales, distinguiéndose de quien ejecutara  los cantes por Soleá de la Cava. El Cante por Solea se convirtió con el paso del tiempo en un cante grande por excelencia. A la Andonda le siguieron Ramón el Ollero, Santamaría, Lorente, Silverio, Ribalta,  La Cuende, La Gómez, Fernando el de Triana entre tantos y tantos que llegando a nuestros días, como Emilio Abadía, Domingo “el alfarero”, El Sordillo, Manuel Oliver, Joaquín y Antonio Ballesteros, Antonio El Arenero, del que escucharemos un testimonio de su voz antes de fallecer, Márquez el Zapatero, que si bien de Villanueva en cuanto al cante es de Triana y Paco Taranto nacido en pleno Zurraque que en la actualidad es un cantaor estudioso y heredero de los cantes trianeros.

Por último nos quedan los Tangos, y el porqué salen los cantes de Triana de lo cual daremos unas breves referencias.

Cuando se produce el Descubrimiento, en Sevilla, y en particular en Triana existía una gran población negroide, hasta tal punto que fundan hasta su hermandad denominada “Hermandad de los Morenos de Triana” en la antigua calle del Rosario, que en la actualidad es calle Castilla a partir de Chapina donde tenían establecido su Hospital en lo que se denominó Zurraque. Se está en la creencia que los Tangos vinieron del Nuevo Mundo por existir allí una gran población de color, pero olvidamos que los primeros hombres de color que colonizaron el Nuevo Mundo fueron los morenos de Triana, por razones que no vienen al caso. Su música ancestral se recoge en Triana adaptándola y aflamencándola, procediendo de un baile de movimientos agraciados de ágiles contorsiones, siendo El Titi, gitano de la Cava el que creó un estilo muy personal. No obstante tendremos que decir que los Tangos son unos cantes de los más antiguos ya que como hemos dicho anteriormente procediera de los Morenos y Morenas asentados en Triana. En todas las fiestas que se celebraban en los Corrales trianeros los protagonistas eran los Tangos por ser fácil de bailar al ser muy pegadizos y rítmicos.

Estos son lo cantes de Triana: Romances, Tonás, Carceleras, Deblas, Martinetes, Soleares y Tangos, lo que un principio se empezó denominar Cante Hondo. Estos cantes primitivos fueron el comienzo para determinar una cultura musical que vino forjándose lentamente hasta desembocar tal como la conocemos en la actualidad, en la cual Triana jugó un gran papel de importancia por los antecedentes comentados.

SALIDA DE LOS CANTES DE TRIANA

Triana fue la forjadora de estos cantes que  salieron del barrio por una serie de razones que quiero exponer:

-        Traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz

-        Pragmática de Carlos III haciendo súbditos a los gitanos.

-        Toma por los franceses de Triana

-        Cafés Cantantes

 El comportamiento de los gitanos sé rigió por sus propias leyes, si bien no escritas llevadas a cabo con rigurosidad, manteniendo unos clanes la mayor parte de ellos emparentados, auspiciándose una ayuda mutua en defensa de la supervivencia debido a las Pragmáticas dictadas contra ellos, por tanto mantenían una relación extrema aún en la distancia, reminiscencia de su nomadismo, dando como resultado una comunicación continua.

Los factores expuestos son de vital importancia ya que si barajamos sus fechas nos pueden dar el resultado del por qué los cantes de Triana son transmitidos, si bien una vez que llegan a otras comarcas evolucionan dándole la personalidad característica del hábitat donde se desenvuelven.

Una vez que Carlos III promulga la Pragmática en 1783, y consolidada dos años más tarde 1785, haciendo a los gitanos súbditos como a los demás, se liberan de las persecuciones dándoles una libertad de movimientos hasta entonces no conocida, con lo cual la cultura musical que se estaba gestando iba siendo divulgada pero siempre reconociendo el lugar de origen, a la misma vez que la evolucionan por las razones antes expuestas.

El traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1717, trajo como consecuencia un declive económico y comercial de Triana, pero es curioso observar como en el camino hacia Cádiz aparecen comarcas cantaoras por excelencia, veamos: Utrera a la izquierda de la ruta, Lebrija a la derecha, Jerez en el centro, hasta desembocar en los puertos que no era otro que Cádiz. Todas estas comarcas ejecutan los cantes de Triana pero lo dotan de peculiares características. En definitiva que al amparo del comercio aparecen comarcas cantaoras. ¿Y por qué Jerez y Cádiz con más influencia que las otras? Por una sencilla razón, por ser Jerez centro neurálgico de paso y Cádiz el fin de un viaje y el comienzo de otro hacia las Indias, es decir el Nuevo Mundo.

No hemos nombrado Alcalá, por una sencilla razón porque aparece más tarde y no en razón del traslado de la Casa de Contratación a Cádiz, sino por la toma de los Franceses de Triana el 10 de Febrero de 1812 que varias familias gitanas asustadas nuevamente por una persecución se establecen en Alcalá, no nos extrañe que “Joaquín el de la Paula” fuera un integrante y descendiente de esas familias. Juan Talega con su voz rotunda decía en muchas ocasiones que los cantes son de Triana, esta afirmación nos ayuda a corroborar lo expuesto.

En cuanto a los Cafés Cantantes, fue Silverio Franconetti el que jugó un papel de importancia al llevar los cantes del barrio al escenario sacándolos del barrio y del circulo familiar, coincidiendo como factor decisivo la desaparición del Puente de Barcas y la inauguración del Puente de Triana en 1852, facilitando la labor para que los cantaores trianeros se desplazaran a intramuros sin dificultad alguna. Es curioso observar como estos se van creando una vez salidos del Puente hasta llegar al centro, no queriéndolos enumerar por tener que hacer un estudio monográfico de ellos, ya que jugaron también un papel de importancia.

Existen muchas más razones pero las primordiales son las que han sido expuestas.

No quiero entrar en el detalle de pormenorizar los distintos estilos personales de los distintos cantes que se dieron en Triana, ya que seria prácticamente interminable, esperamos dejarlo para otra mejor ocasión.

Hasta aquí, en síntesis, mi visión de lo que representó Triana en el cante debido a los avatares históricos. 

Para terminar os voy a recitar un poema en el cual se contemplan la mayoría, no todos, de los cantaores trianeros y finalizaremos con el testimonio de la voz de Antonio González Garzón “Antonio el Arenero” gran solearero de barrio que lo vio nacer.

TRIANA EN EL ALTO CIELO

Muy   cerquita  del  río,  de  su  río,  en  sus orillas bañadas por una corriente serena y eterna, se escuchó el cantar del  barrio de Triana y con el lamento del dolor de un parto fecundo nació el cante:

 

Soleá del barrio mío,

la que me hace llorar

escuchando este cantar.

 

Y está la seguriya

la gracia de los tangos

y la grandeza de la toná.

 

Tangos de Triana

nacen en la Cava

perfumados de compás.

Martines y carceleras

quejio roto, desgarrados

golpes en el yunque dan.

 

Flamenquería en sus calles,

esencia en la memoria,

frescura en su talle.

 

Triana es eterna,

siempre la gloria presente,

es parto doliente

de flamenquería naciente.

Cava Alta, Cava Baja,

San Jacinto y Altozano,

Castilla, Betis y Puente

Río Grande y corriente.

 

Pólvora y alfares

en un pasado glorioso

barro puro en sus tejares.

 

Triana, madre del cante,

cuna de cantaores

de artistas con desplante.

 

El amor es permanente

como barro en el alfar

es Triana latente,

Triana, ¡Eterna será!

 

Memoria del cante ida,

los sentimientos preñados

en oscuros túneles

de un tiempo sentenciado.

 

La pena del sentimiento,

la pena del sufrimiento,

lágrimas, llantos, añoranzas

en ausencia de la falta.

De cantaores que  no están,

tantos  que en la memoria

siempre, siempre estarán.

 

De Triana el cante se ha ido

a un cielo azul impenitente

por caminos de verde olivo

aún ausente está presente.

 

Gitanos que se fueron

sin quererse ir.

Gitanos que nos dejaron

con la pena y el sentir.

 

El Fillo, la Andonda, la Bilbá,

segurillas, martinetes y tonás.

La Gómez, la Josefa

mujeres de tez morena

que cantaron por soleá.

 

¿ Dónde está Frasco el Colorao?

Maolillo el Maestro, Manuel Maera,

Curro Pabla y Juan Pelao.

En la Triana de altos cielos

con Juana la Rinca y Juan Encuero.

Cánteme señó Manuel Cagancho!

En la Cava del alto cielo

la seguiriya del Reniego

que es cabal sentir trianero.

 

¡ Cánteme señó Manuel Cagancho!

tu cante que es alma presente

en la Triana de altos cielos

en el día a día, aún ausente

de tu cante enamorarme quiero.

 

El Mogigongo, El Mojoso,

baile y cante sin fin,

sudores de fragua, afanosos

Noriega y el Tío Martín.

 

Triana con su sombra

da frescura al cante

no parte el alma, la comba,

nace la luz y parte

un sol radiante que discurre

como llama luminosa del arte

de Mazaco y Manuel Torre.

 

Sabor de Triana antigua,

ya en el tiempo lejano

en el alto cielo, el eco del cante

Segurillas y tonás-livianas.

 

¡ Triana !

Jardín de perfumes y aromas.

Cava semilla de la soleá.

En otro jardín de flores

rosas y claveles están.

El Garfia, Vigil y el Pinea

cortando tallos de la soleá apolá

Joaquín Costillares, Manolo el de los burros

El Pili, El Pintirropo y Wenceslao,

jardineros del cante que se nos fueron.

Emilio Abadía, El Sordillo,

Joaquín y Antonio Ballesteros,

perfil de rosas, barros por tejares cocido

tallos de cante de Domingo el Alfarero

resuenan los ecos en el alto cielo.

 

¡ Aún suena en el Zurraque !

ausente el Teta, Oliver y el Arenero

la Soleá de los alfareros,

germinó la semilla presente:

el cante de Márquez el Zapatero.

Y con Paco Taranto

¡ Que no se vaya el cante !

¡ Nunca !

De una Triana ya lejana

que siga estando presente

en las calles de Triana.

EL CONVENTO DE SAN JACINTO - Un acuerdo nunca cumplido

EL CONVENTO DE SAN JACINTO - Un acuerdo nunca cumplido

 

      La elección de nuestra portada nos ha dado motivos para que escribamos del Convento de San Jacinto, convento  siempre  polémico desde  su  edificación con las hermandades trianeras, debido a un acuerdo, que desde un principio, no se llegaron a cumplir las condiciones estipuladas, pudiendo estar aún vigente un pleito de  siglos  que ya  se  pierde en la lejanía de los años, no creyendo que éste pueda encontrar solución, habiendo  sido  el  tiempo el juez, dictando la sentencia del olvido. En síntesis trataré de narrar lo ocurrido no abundando en  los datos de fechas, nada  más que los necesarios, ya que estas en más de una ocasión hacen una lectura farragosa, pesada y monótona; pero si  los motivos del porqué ya no queda ninguna hermandad residente en él; contradicción que se da en más de una ocasión en los hechos históricos, y en este caso,el haber sido su origen  la  cesión de unos terrenos por  parte de una hermandad, la de la Candelaria, una de las tantas hermandades populares que se fundaron en Triana auspiciadas por sus gremios. 

     La  edificación del Convento de San Jacinto se llevó a cabo gracias a un acaudalado y piadoso varón residente en Sevilla a primeros del siglo XVII, este no era otro que Baltasar Brun de Cervera, el cual tenia la intención de fundar un  Colegio de Matemáticas, retórica y otras ciencias. No nos debe de extrañar esta actitud  de mecenazgo, ya  que el poder y la riqueza atraían a todos aquellos que querían quedar inmortalizados a través del transcurso de la historia. Sevilla en esta época era un poder influyente debido a su riqueza agrícola y ganadera del valle del Guadalquivir, como así estar situada en una privilegiada situación geográfica, siendo un cruce de caminos al que se le unía ser un puerto fluvial de vital importancia. Su predominio  económico  la  convirtió  en  una  ciudad residencial para todos aquellos que querían resaltar una situación de poder  tanto en el mando político, militar o eclesiástico.

      Para tal fin, el mecenas, obtuvo licencia  de  don Pedro Niño de Guevara, a la sazón Arzobispo, cediendo unos terrenos de su propiedad cerca del Hospital de  San  Lázaro  para  la  construcción de un convento para la Orden  de Predicadores, pero  los  frailes  dominicos, viendo  la lejanía de  la capital y lo insano del terreno, decidieron convencer al mecenas buscando otro lugar más cercano a la ciudad.

      En  dirección  del  antiguo  Camino  de  San Juan, actual  calle de San Jacinto, existía  una ermita denominada de la Candelaria, en la confluencia con unas de  las  alcantarillas del foso denominada posteriormente “De la Cruz de San Jacinto” . Esta  pertenecía  a  una hermandad  con  tal  nombre  que  convivía con otra dos: la de los Morenos de Triana y la de Nuestro Padre Jesús de las Penas. La Orden de  Predicadores de los dominicos interesados en la edificación de este convento se pusieron en contacto con los hermanos de la Hermandad de  la  Candelaria, propietarios  de la ermita, llegándose al  acuerdo  para  su  edificación, tomado en  cabildo el  día 2 de Junio de 1.651, con  la  condición de que el nuevo templo ostentara el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria  y  su  imagen  debería  ocupar  lugar preferente  en  el  altar mayor, respetándole  los cultos a su advocación, no así con las dos más existentes, que fueron  ignoradas en tal trato, desapareciendo la primera y trasladándose la de las Penas a la capilla dela Virgen de la Estrella  en  el  Convento  de  la Victoria, foso  arriba, frente  al  Puerto  Camaronero, con  la cual se llegó a fusionar el 15 de Junio de 1.675.

     Las  obras  quedaron  finalizadas  a  finales  de  1.675, celebrándose la  primera función el 29 de Enero de 1.676, asistiendo todo el Cabildo Eclesiástico y predicando el Ilmo. Don Ignacio Valencia, canónigo con dignidad de medio racionero. Esta  fue  la  primera  de las cinco funciones dadas, correspondiendo la segunda al Clero de la Real Parroquia de Santa Ana, la tercera fue costeada por la Hermandad de la O, la cuarta a la Hermandad del Rosario, y la última correspondió a la Hermandad de la Candelaria, siendo en esta función, al consagrar, el templo  se  puso  bajo la advocación de nuestra Señora de la Candelaria, pero a pesar de éste rito eclesiástico, que venia a refrendar  el acuerdo tomado, el Convento tomó el nombre de San Jacinto, tal como era el deseo de Baltasar Brun de Cervera, incumpliendo el acuerdo de pleno derecho.

     Este convento con el nombre de San Jacinto fue el primer incumplimiento del acuerdo tomado con la Hermandad  de la Candelaria  por  parte  de la Orden de los Predicadores, aunque convivieran conjuntamente los dominicos con  la  Hermandad, no  ya  con buenas relaciones, si bien se le seguían dando cultos a la titular de la hermandad cedente de los terrenos. El día doce de Febrero de 1.810, las tropas de Napoleón cruzan el puente y  toman Triana, dedicando  los  franceses el convento a cuartel y almacén de vituallas. Una vez desaparecida la invasión napoleónica, vuelven  los dominicos  al convento ocupándolo  nuevamente pero no en su totalidad, ya que las milicias del pueblo de Triana que habían luchado en contra de la invasión, siguieron ocupándolo  hasta  el año de 1.820, insistiendo el prior la devolución total del convento, no recibiendo contestación por parte de las  autoridades  competentes, hasta  tal punto que fue nombrado cuartelero de San Jacinto un tal José Caballero.

     En  primer lugar, la  idea originaria del mecenas  no llegó a cumplirse, como fue la creación de un Colegio de Matemáticas, Retórica  y  otras  ciencias, si bien una Cátedra de Gramática Latina, posiblemente siendo estos  los  motivos  para  que  el Ayuntamiento de  Sevilla,  en  unos  terrenos  colindantes “propiedad”  de los religiosos, bastantes  años  más  tarde edificara  una  escuela gratuita, que comunicó al pueblo para  su conocimiento mediante un  edicto  el  Alcalde  Constitucional  don  Félix  Maria Hidalgo (Trienio Constitucional) el mismo que mediante otro en 1.822, autorizó el Mercado de Abastos en el Castillo de San Jorge.

     Setenta  y  cuatro  años  más  tarde desde  que  se abriera al culto el Convento, en 1.750, acontece la fundación  de  la  Hermandad del Santísimo Cristo  de  las  Aguas  y  Nuestra  Señora  del  Mayor  Dolor, que  años  más tarde se  fusionaría  con  la Hermandad de la Candelaria  – desconocemos la fecha exacta de esta fusión –  por  lo  cual esta hermandad  pasa  a ser la copropietaria  del  templo como así de los terrenos donde más tarde se edificó el colegio.

     En 1.821, se  produce  un  conato  de  epidemia  en el barrio, decidiendo las autoridades reparar el convento y  en  él  se recibiesen todos los enfermos, instando a  los religiosos que lo abandonasen. Desaparecido el conato  de epidemia,  los  religiosos  reclaman  a  las  autoridades  su  vuelta, pero  esto no se produce al llegar en 1.835, la Desamortización de Mendizábal, quedando suprimida la orden, y el convento exclaustrado y  en  total abandono. Nuevamente  se  abre al  culto  pero ya dependiendo  de  la Real Parroquia de Santa Ana y motivado por  las  hermandades que en él  encuentran  cobijo  debido a la enajenación  de sus bienes eclesiásticos, como  fueron  la  de  la Esperanza  procedente de la  Capilla  de  los  Marineros en la calle Larga de Santa Ana, al ser desposeída  esta  en 1.868, por la Junta Revolucionaria y la de la Estrella del Convento  de la Victoria, más las dos  allí ya  existentes  establecidas con anterioridad: la Hermandad  del Rocío  establecida  desde  1.815, y  la  del  Cristo de las Aguas fundada  en 1.750  y copropietaria del Convento debido a su fusión con la Hermandad de la Candelaria.

     La Orden de los Predicadores, fundada por santo Domingo de Guzmán en 1.215, empieza  reorganizarse en 1.860, insistiendo nuevamente en  la  reclamación  del  convento, pero  la  vuelta no se produce hasta el año de 1.907. La relación con las Hermandades ya  venía deteriorada  desde  un principio por los motivos de la cesión de los terrenos  al no  haber  puesto el convento  bajo  la advocación de la Candelaria, se vio agravada al encontrarse  los  dominicos  con nuevas hermandades. La  Hermandad  del Cristo de las Aguas al tener noticias de su vuelta se apresuraron a construir una capilla con el fin de reclamar parte de su propiedad, al ser esta la heredera de parte del convento debido a su fusión con la Candelaria.

    A partir de esta fecha y ante la insistencia de los dominicos en su reclamación, las Hermandades allí existentes se plantean la necesidad de buscar una nueva ubicación, siendo la Hermandad del Cristo de las Aguas la primera en salir en Diciembre del año de 1.942, al sufrir el 29 de Octubre de este mismo año un incendio, perdiéndose todas sus imágenes, empezando un doloroso itinerario, hasta encontrar su  sede  definitiva en la Capilla de la  calle Dos  de Mayo. En año de 1.962, una vez recuperada la Capilla de los Marineros se traslada a su antigua residencia  la  Esperanza  de Triana. En 1.976, se bendice la Casa Hermandad de la Estrella, siendo su actual residencia a muy pocos metros del convento, en plena calle de San Jacinto, y la Hermandad del Rocío  se marcha a  la  calle Evangelista, antes de San Juan, en donde en un  solar de esta calle, última  residencia  de  los gitanos de Triana,  erigen la Casa Hermandad con un preciosa capilla.

 CONSIDERACIONES HISTÓRICAS

     Es indudable  que los protagonistas  de  las circunstancias históricas que concurrieron en el convento de San Jacinto fueron: la Hermandad originaria de la Candelaria, cedente los terrenos de su ermita y hospital y la llegada de la Orden de Predicadores – Dominicos – a Triana,  sí bien otras  hermandades, tanto  las  que un principio estuvieron  en  la  antigua ermita, como  así las que posteriores encontraron asilo en él, durante la Desamortización  de  Mendizábal, Esperanza  de  Triana  y la Estrella, no así la del Rocío que llega en 1.815, poco antes del Trienio  Constitucional  (1.820-1823) estando ya la orden religiosa envuelta en numerosas reformas, habiendoles suprimidos muchos  de  sus conventos, jugaran  todas ellas un papel secundario, pasando a ser protagonistas cuando  llegan  estos  nuevamente al convento en 1.907, una vez reorganizada la orden en 1.860. Ante  esto tendremos  que  describir  la  filosofía  religiosa de estas comunidades, con el objeto de comprender el porqué en la actualidad en el convento no queda ninguna de ellas, aunque abierto al culto.

 DE LA ORDEN DE PREDICADORES

     Esta orden fue fundada por el después santo Domingo de Guzmán, en 1.215, tomando el nombre de Orden de los Predicadores, aunque  el Concilio de  Letrán  prohibió  la creación de nuevas ordenes religiosas, se acogieron  a una regla denominada de “San Agustín” que contemplaba algunas de las estructuras de las  asociaciones comunales,  de un  firme carácter democrático, a la cual, bastante años más tarde, también  se  acogieron la reglas de las hermandades sevillanas, que fueron  creadas tomando  como base estos preceptos. Esta fue confirmada  solemnemente  por  Honorio  III, el  22 de Diciembre  de 1.216, a pesar de los acuerdos tomados en este Concilio. El principal  fundamento para  la creación de la orden era luchar contra la Herejía Cátara, secta religiosa creada  en  el mediodía francés, que  rechazaban  los  sacramentos  de  la Iglesia Católica, siendo Toulouse  y  Carcasona sus  principales  centros  de influencia – pudiera  ser  esta filosofía  el principio y  origen de la masonería, según  los  antiguos documentos masónicos que datan del siglo XIV – aceptando Domingo de Guzmán  no  estar  el  clero preparado para luchar en contra de ella, asume llevar a cabo el mismo comportamiento que los “perfectos cataros”  eligiendo la predicación y la austeridad y la primacía en  sus  reglas de dedicarse al estudio. La  orden  la  gobierna un  Maestro General  (en las Logias, Gran Maestre, a título de comparación)  extendiéndose  pronto  por  todo el mundo católico. En la actualidad esta orden religiosa se encuentra totalmente reorganizada, dando eminentes teólogos y filósofos.

DE LAS HERMANDADES

     Las hermandades sevillanas, nacen bajo un fundamento básico en función de los acontecimientos históricos. La situación social del pueblo llano estaba desamparada legalmente, sin  estructura  alguna  a que acogerse, estando necesitados de un movimiento social que reivindicase sus sentimientos y necesidades, siendo los gremios o  las comunidades  étnicas, las que se agrupan bajo el auspicio de la religiosidad imperante, con el fin de reclamar un lugar en una sociedad en la cual estaban totalmente marginados.

     Ante  tal  situación  se produce una eclosión  de agrupamientos, en función de la religiosidad, y el ámbito social  donde estas se desenvuelven, lugar donde la Iglesia juega un papel preponderante, al ser la que tiene en sus manos la aceptación de la aprobación de todo el ordenamiento jurídico que ha de regularlas (Reglas). 

     La  Hermandad  de la Candelaria, principal protagonista de este pleito, tuvo su origen en la fiesta que la Iglesia Católica celebra el día 2 de Febrero, conmemorando la presentación de Jesús  en  el templo y la purificación de la Virgen Maria. Su nombre proviene de los cirios que llevan los fieles en la procesión.

     Esta hermandad gremial se origina posiblemente en  la  agrupación  de los artesanos  fabricantes suministradores de velas y cirios, aunque no tenemos datos para poder constatarlo.

     Un dato a tener muy en cuenta es la desaparición de la hermandad de los Morenos de Triana, fundada en el Hospital y Convento del Rosario en 1.558, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario y Sangre de Jesucristo, que acogió a los “morenos y morenas” del barrio de Triana. Una vez cerrado el hospital encontraron cobijo en la ermita de la Candelaria. Su desaparición se debió a la actitud del Arzobispo Niño de Guevara, llamado “el perseguidor de los negros” y que había sido Inquisidor General, prohibiendo su estación de penitencia y la incautación de sus bienes. No debemos de olvidar que este Arzobispo fue el que otorgó licencia para la edificación del convento.

     Como  se  habrá  podido  observar  en  estas  dos  exposiciones, ambas comunidades religiosas parten de un origen   bien  diferenciado, ya  que  mientras  a  Orden  de  Predicadores  contemplaban la austeridad y soledad dedicados  al  estudio, las hermandades procedían  de un estrato social muy popular  entrando  en una contradicción constante con la filosofía empleada por los dominicos, de aquí de que se haya establecido desde su edificación del convento un enfrentamiento constantes entre estas dos filosofías, desapareciendo después de siglos, en el reciente finalizado siglo XX.

     En la actualidad el convento aparece abierto al culto, pero con ninguna hermandad residente en él. Este dejó de ser un templo popular desde el mismo momento que las hermandades trianeras lo abandonaron.

DE LA ÚLTIMA LLEGADA DE LOS DOMINICOS

     La última llegada de los Dominicos al convento se produjo como hemos comentado anteriormente, en el año de 1.907, año en él que empieza un desarrollo cultural en la ciudad, bajo los  auspicios del  movimiento regeneracionista. Esta época de desarrollo cultural, las hermandades sevillanas también jugaran un papel de importancia, a pesar del choque frontal de las corrientes ideológicas de los nuevos pensamientos imperantes.

     Desaparecidos los efectos de la Desamortización, durante la cual se exclaustraron muchos conventos y desaparecieron muchas hermandades, con la promulgación de la Constitución Liberal de 1.876,  durante  el reinado de  Alfonso  XII  y  la  regencia de  Maria Cristina  se entra en un periodo de estabilidad política, en cual la ley de asociaciones  de 1887, las hermandades encontraron el apoyo jurídico necesario para su desarrollo, todo esto unido a que andando este siglo y  principios del  siguiente (XX) las cofradías  incrementan su poder de atención para todos  aquellos  que visitaban la ciudad, siendo el foco de atención por  su Feria de Abril creada en la década de los cuarenta  del  siglo anterior. Ante  tal  situación  es  el mismo Ayuntamiento el que establece una serie de subvenciones para las hermandades creando las  fiestas primaverales. Las cofradías toman un auge inusitado produciéndose una gran evolución y  reorganizándose muchas de las desaparecidas en relación con aquellas originarias y primitivas. Las antiguas  hermandades gremiales pasan a convertirse  en cofradías de barrio; en el caso  concreto  de Triana: la  Esperanza  y  la  Estrella, ambas  ubicadas  en el convento desde la desamortización. Todo  este  tipo de  acontecimientos es coincidente con la nueva llegada de los Dominicos a Triana, con lo cual se profundizaba aún más en las diferencias religiosas existentes desde antaño.

     Todos estos acontecimientos, desde la fecha en que fue inaugurado, trajeron como consecuencia el no residir en  la  actualidad  ninguna  de las populares  hermandades  trianeras  en el  convento de San Jacinto, que fueron abandonándolo a medidas  que sus posibilidades económicas le permitieron trasladarse a sus capillas adquiridas ya en propiedad con el fin de huir de las experiencias pasadas.  

DE LAS FECHAS DE SU INAUGURACIÓN

     Don Santiago Montoto en su libro “Nueva Guía de Sevilla” establece la fecha de su estreno el 29 de Enero de 1.775. Lo establece cien años después, no coincidiendo el año y sí el día y mes. Es  decir según nuestros datos constatados se inaugura el día 29 de Enero de 1.676,  aproximadamente  un mes después de finalizadas las obras de su construcción. Nos  inclinamos que esta no-coincidencia de fechas, pudiera haber sobrevenido o bien a una errata de imprenta o por confusión a la hora de transcribir los datos, ya que queda demostrado que la Hermandad del Cristo de las Aguas fue fundada en  el  convento en 1.750, dato aceptado por la misma hermandad y por todos los textos consultados acerca de su historia, fecha anterior a la que da el ilustre historiador sevillano.

 

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL FLAMENCO II Coralino Sánchez

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD  DEL  FLAMENCO II Coralino Sánchez

Haremos un breve recorrido por un periodo que abarca desde el último tercio del siglo XIX, hasta llegar alrededor de los años sesenta del siglo XX. En este periodo de una duración aproximada de cien años se encuentran las dos épocas más importantes del Cante: La Edad de Oro y la Opera Flamenca. Trataremos de argumentar las causas que motivaron la salida del flamenco de Triana, así como anécdotas de una Sevilla aún provinciana, que luchaba denodadamente por encontrar el espacio cultural de antaño, de la que fue protagonista indiscutible.

Triana, Collación y Guarda de Sevilla, La Puebla, el núcleo de población nacido a extramuros, en la margen derecha del Río, fue la pionera en dar a conocer los cantes ancestrales, desde finales del XVIII y durante el siglo XIX. El punto de referencia, el refugio cobijador de todos aquellos que quedaron embelesados por una música que como sangre corría por sus venas; fuente y venero donde bebieron para expresar los sentimientos reprimidos siglos atrás.Triana inconscientemente aportó al flamenco toda una cantera de cantaores que se encontraron inmersos en un mundo aprovechado por los que intuyeron que esta expresión genuina podría reportar grandes beneficios, dotándolo de las estructuras necesarias para su lucro. De ahí llevarlo a los Cafés Cantantes. Si bien Triana, con independencia de la creación de este elemento, siguió como epicentro, siendo digna referencia, y espejo para darse a conocer y establecer el profesionalismo que en una época de penuria y miseria empezó a estar bien retribuido.

LOS CAFES CANTANTES

Antes de hacer la observación histórica de su ubicación, transcribiremos unos párrafos del profesor D. Manuel García Matos. Es un juicio histórico que nos puede servir para aclarar conceptos.

Dice literalmente: «La fundamental causa que los provocó hallase a nuestro juicio el gran incremento que por entonces había tomado la afición al Cante. El crecido número de fervorosos admiradores con que éste ya contaba, pertenecientes, puede decirse, a todas las clases sociales, fue poderoso estímulo para animar a ciertos avisados dueños de cafés a organizar en sus salas espectáculos de Arte Flamenco (Cante y Baile) seguro de que con ello aumentaría la habitual clientela y los ingresos de caja del negocio. Como consecuencia de este suceso, la fila de cantaores y bailaores comenzaron a engrosar en forma hasta entonces desconocida. Raro era el mes en que no surgía algún nuevo excepcional intérprete, y ahora ya también de raza no gitana, fuese hombre o mujer. Consolidándose el profesionalismo de flamenco arte y al lado de los cantaores generales, muy escasos, es decir de los que podían y sabían cantar primorosamente todas las clases de cante, diérónse los especialistas que con no menor primor cantaban casi únicamente por seguirillas o (las formas más estimadas y prestigiosas) o por cualquier otro estilo, inclusive por las que solo al baile se destinaban, pudiendo ser tenidos dichos especialistas como extensos o largos, si del estilo o estilos que cultivaban sabían mucho, y corto si lo contrario sucedía. Acrecentándose considerablemente los acervos de soleares y seguirillas mediante las aportaciones que de ignoradas fórmulas a ellos hicieran algunos de los múltiples cantaores gitanos que se distinguieron en tal época.. Comenzaron a desaparecer los corridos (romances), las Tonás, livianas y Deblas.

Como hemos podido observar en esta fotografía literaria del profesor y maestro García Matos, realiza una profunda descripción de lo que fueron los Cafés Cantantes de la época que él conoció a principios de este siglo en plena juventud; aunque la decadencia de estos empezara en los años veinte tomando otros giros, dedicándose más a las Varietés en competencia con un nuevo fenómeno surgido como fue el cinematógrafo. En esta descripción literaria existen algunos párrafos de gran interés: - Raro era el mes en que no surgía algún nuevo excepcional intérprete, y ahora también de raza no gitana -. Es curioso observar como el maestro García Matos destaca con énfasis - Y ahora también de raza no gitana -.

Los Cafés Cantantes dignificaron al flamenco sin lugar a dudas, sacándolo de hábitat miserable y apareciendo un profesionalismo bien remunerado, contradiciendo el temor infundado de Demófilo: Los Cafés matarán por completo al Cante Gitano en no lejano plazo. Lo que no podía imaginarse D. Antonio Machado y Álvarez es que a éste se incorporarían los no gitanos. Es lógico pensar que Don Antonio en sus primeros trabajos de investigación conectó con los gitanos que fueron los primeros en hacer uso de él para su supervivencia e incluso tomó su primer apelativo de «Cante Gitano» o «Cante Hondo», monopolizando estos cantes ancestrales. ¡Ahora bien! Una vez desaparecidas las causas represivas y su notable mal fama, los Cafés jugaron un papel de importancia al acercar al flamenco a toda clase de público, los no-gitanos se incorporan ejecutando cantes desconocidos, por ejemplo los fandangos y sus derivaciones, lo que viene a demostrar que el flamenco era una cultura más amplia recogida de nuestros ancestros.

La Geopolítica o Geografía Política jugó un papel de importancia, configurando un carácter y modos de comportamientos bien diferenciados del resto de la ciudad. El río era un escollo insalvable para Triana y Sevilla. Fueron los árabes los que establecieron inicialmente el «Puente de Barcas» (1147) con el fin de acercar la fértil vega y el productivo Aljarafe. La Collación y Guarda de Sevilla, la Puebla de Triana fue protagonista en todo el proceso histórico. El actual puente de Isabel II, vulgo “Puente de Triana” se inauguró el 25 de Febrero del año de 1852; acercando definitivamente Triana a Sevilla, acabando con la problemática que creaba el Puente de Barcas, bien por las avenidas del Río o por las inclemencias del tiempo. Cinco años antes es cuando tenemos noticias de los Cafés Cantantes. Triana quedó muy cercana al centro de la ciudad, quedó comunicada definitivamente. La cantera inagotable de cantaores ya no tuvo obstáculo alguno para su desplazamiento a intramuros. Estas primeras noticias datan del año de 1847, cinco años de la inauguración oficial del Puente de Triana (estaba ya en construcción). No queremos establecer categóricamente que en este año de 1847, se cantara flamenco en los Cafés, ya que tenemos que atribuirle a Silverio Franconetti, su introducción en estos locales. Pensamos que en estos principios se darían Cantes y Bailes originarios hasta tomar carta de naturaleza con la denominación al menos de «Cante Gitano» o «Cante Hondo». Don Manuel Chaves Nogales, en su libro -La Ciudad-Ensayos- hace referencia al Café de la Cabeza del Turco, situándolo en la Calle de la Sierpes, a finales del año constitucional de 1.822, fecha anterior a la de 1.847, que es cuando realmente proliferan por doquier alcanzando cotas insospechadas. Si nos remitimos al maestro García Matos, cabría preguntarnos: ¿Fue el Cante Gitano o Hondo el impulsor de estos? Don Manuel Chaves Nogales establece la misma línea crítica que "Demófilo":Lo flamenco ha caído plenamente bajo la sanción universal; en la actualidad, una juerga es tan estúpida, que nosotros mismos la condenaríamos. Los que se horrorizan al escuchar la mezcolanza de evocaciones, de sentimientos y conceptos antagónicos, a veces incomprensibles, que se viertan por boca de nuestros cantaores en las fiestas del pueblo, debían leer cuidadosamente esas páginas de Estébanez, y saber lo que eran nuestras diversiones, después de los Olés, Tiranas, Polos, Serranas, Caleseras, Rondeñas, Granaínas, y Sevillanas, se cantaban aquellos romances peregrinos, aquellas corridas de que tanto gustaba la gente del pueblo». Parece inexplicable, ¿verdad?. Pues no hace más de cincuenta años que eran así las fiestas en Sevilla”. Don Manuel Chaves Nogales escribe este libro en 1921, cincuenta años antes es el año de 1871, cuando Silverio Franconetti inaugura su primer Café en la calle Tarifa núm. 1, (de 1870 a 1880 fue el tiempo de duración del Antiguo Café de Silverio). Esto viene a demostrar el auge que estos tomaron una vez que el flamenco se sitúa ante el público. Haremos la observación que es en el año de 1921, cuando inician su decadencia, si bien perduraron algunos como fue El Kursaal situado entre las calles O’Donnell 6, San Acacio 4, actual calle de Pedro Caravaca, y Sierpes 8, hasta el año de 1935, así como el Variedades hasta el año 1936. A título de anécdota comentaremos que cuando se derribó el Café Cantante - El Novedades -, el 19 de Marzo de 1923, se congregó una multitud en la Plaza de la Campana, para ver el comienzo del derribo portando una pancarta que decía “Novedades nunca te olvidaremos”. Este hecho viene a demostrar nuevamente la importancia que obtuvieron los Cafés Cantantes.

DE SU UBICACIÓN

Anteriormente hemos comentado que una vez inaugurado el "Puente de Triana" el centro neurálgico sevillano quedó a corta distancia del Viejo Arrabal. El puente fijo consiguió conectar definitivamente ambos núcleos de población. Si bien Sevilla acercó su Vega y el Aljarafe, necesidad imperiosa para la introducción en la capital de toda clase de productos agrícolas; Triana a su vez quedó comunicada, pudiéndose trasladar los vecinos de la Collación con suma facilidad y no con las dificultades que presentaba el antiguo Puente de Barcas. El trasiego de gentes se incrementó notablemente. Al amparo de este hilo conductor nació un profesionalismo flamenco bien remunerado. Pronto los más avispados hombres de negocios se dieron cuenta que esta expresión genuina podría reportar grandes beneficios, y siguiendo el recorrido a la salida del Puente en dirección hacia el centro es donde se establecieron: en un área no menos de mil metros en pleno centro sevillano y en el mismo camino hasta llegar a él. (Véase cuadro sinóptico).

Fue Silverio Franconettí el que apostó fuertemente para llevar el flamenco al Café Cantante, creando uno que él mismo regentaba. Los Cafés dieron el espaldarazo definitivo para el conocimiento de todas las clases sociales. Aportaron la creatividad necesaria para que éste evolucionara, debido a que los cantaores una vez bien remunerados tuvieron que hacer uso de la inventiva creadora con el objeto de la superación personal al estar obligados a ofrecer a un público exigente continuamente cantes novedosos. Dar una nómina de todos aquellos que actuaron en los Cafés sería interminable, quedando demostrada la relación de Triana con los Cafés Cantantes y de la importancia de la inauguración del Puente de Triana, el cual permitió el desplazamiento del flamenco al centro de la ciudad y consecuentemente naciendo un profesionalismo bien entendido. ¿Qué quedó en Triana?. Triana siguió siendo la ejercitante del flamenco, fue cantera inagotable, pero los más quedaron en el Viejo Arrabal, cantando pero ejerciendo otras profesiones, incapaces de llevar su arte a un escenario. Este comportamiento es el que engrandece a Triana como Barrio Universal. La época dorada del Cante se dio prácticamente en los Cafés Cantantes, una vez iniciada su decadencia enlaza con otra etapa denominada Opera Flamenca al ser llevado del Café a los teatros, formándose grandes troupes o compañías itinerantes que recorrieron todo el territorio nacional. Los últimos rescoldos del Cante en los Cafés como El Kursaal y El Variedades desembocaron en la Alameda de Hércules.

CAFÉS CANTANTES 1847/1920

DENOMINACIÓN/ CALLE 0 PLAZA/ FECHAS DE INCIO Y TÉRMINO

Café de Lombardos Calle Tetuán, junto al Teatro San Fernando 19/12/1847 al 1874

Café Suizo Sierpes 27 y 29, Cuna, 22 y Limones,6 1860 al 1899

Café del Arenal García de Vinuesa, 32 (antes La Mar) 1854 al 1892.

Café de los Cagajones Ponce de León (antes de la Paja) Años 60 del siglo XIX

Salón Oriente Trajano, 10. 1865 al 1884

Antiguo Café de Silverio (posteriormente. Salón Recreo). Tarifa, 1. 1870 al 1880

Café de los Triperos c/ Velázquez (antes Triperos) Primera mitad del siglo XIX

Salón de Variedades Amor de Dios, 23 y Trajano, 14 Año de 1918 (Cine Trajano) al 1936.

Café de la Escalerilla Esquina de Tarifa y Amor de Dios Fechas desconocidas

Café de Silverio Rosario, 4. 1881 al 1889

Café del Burrero Esquina de Tarifa y Amor de Dios. 1881 al 1897

Café Filarmónico Amor de Dios, 23. 1878 al 1903

Café de La Marina García de Vinuesa (Antes La Mar) Finales del siglo XIX y principios del XX

Café Concierto Vista Alegre C/ Génova (Hoy Avda. de la Constitución) una vez realizado el ensanche 1899 (sólo meses)

Café Concierto Novedades Santa María de Gracia, 7. 1897

El Kursaal O’Donnell 6, San Acacio 4 (Pedro Convoca 4) y Sierpes 8. 1914 al 1935

Salón Barrera También llamado Oriente. Fechas desconocidas

Café Variedades Bayona 6 (Hoy Federico Sánchez Bedoya, 13) Casa del Rincón. 1.866 al 1.875

Ideal Concert Calatrava, 24. 1919 al 1924

Salón Olimpia Mismo edificio del primitivo Burrero Hasta 1935 El Tronío c/ Sierpes, 35. 1927

Café de Los Carros Plaza de los Carros. Desconocidas.

EN EL CAMINO DE TRIANA A SEVILLA

Café Sin Techo: Esquina de Reyes Católicos y Paseo de Colón, frente al antiguo Barranco (Lonja del Pescado), también llamado "Nevería El Chino". A la salida del Puente, viniendo de Triana, en la puerta mataron a «El Canario»

Café Cantante Sevillano San Pablo, 7 pasada la Puerta de Triana 1.898 al 1.899

En definitiva la inauguración del Puente de Triana supuso para el barrio en fin de un aislamiento, dando lugar a que los cantaores trianeros pudieran desplazarse a los Café Cantantes de la Ciudad.

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL FLAMENCO - I - Coralino Sánchez

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD  DEL FLAMENCO  - I - Coralino Sánchez

 

Padre, Hijo y Espíritu Santo: Cante Toque y Baile, tres almas enduendadas que hacen de nuestra música algo muy distinto a otras. ¿Y donde y cuando surgió este fenómeno? que a través de caminar lentamente por los caminos y vericuetos de la historia ha llegado a ser universal.

Hechos históricos dados por una situación social, política y económica en el Viejo Arrabal que no fue otro que Triana, coincidieran unas circunstancias para que aflorara una música que con el lento paso de los años llegó a denominarse flamenco.

Triana jugó un papel determinante en los inicios del Flamenco, fue el embrión del cual partieron costumbres y hábitos musicales que siguen perdurando, si bien a medida que se han ido alejando del núcleo originario han ido tomando carta de naturaleza propia, adquiriendo nominaciones y estilos distintos, porque esta es la grandeza del Flamenco: no estar sujeto ni encorsetado a pautas  rígidas y escritas, es una constante

creación con las  aportaciones individuales y personales de cada artista,  ya bien sea en el cante, el toque y el baile.

Sin lugar a dudas Triana por la personalidad de sus gentes fue gestando esta música que se expandió a por todos los lugares de nuestra geografía, hasta alcanzar en los momentos actuales una expansión universal.

No vamos a detallar en este primer articulo todos aquellos artistas que nacieron y vieron la luz del Flamenco, ya que no habría espacio suficiente, momentos habrá, como los que vinieron y buscaron la sombra de Triana para acogerse a la frescura de sus cantes toques y bailes, al ser un rincón caprichoso de creaciones constantes.

Sirva este primer artículo como antesala de otros en que iremos desgranando la personalidad de los muchos artistas que nacieron en el barrio y de todos aquellos que vinieron a él para su enriquecimiento musical.

Pero tendríamos que preguntarnos ¿Sigue siendo Triana una Comarca Cantaora? ¿Es un mito? ¿Es una leyenda? Con toda sinceridad tendré que admitir que es un conjunto de apreciaciones envueltas en un halo que la han caracterizado dándole un reconocimiento no sólo en el mundo del flamenco sino también en muchos aspectos del arte.

Tendremos que seguir preguntándonos que circunstancias históricas han acontecido para que el nombre de Triana haya llegado a constituirse en una referencia imprescindible a la hora de hablar de  flamenco.

Es indudable que la situación geográfica y el clima son dos elementos de gran importancia que influyen de una forma determinante a la hora de forjar un carácter y si a estos elementos les unimos las situaciones aportadas por el normal comportamiento socio-económico y político dados por la natural inter-relación entre los individuos nos da como resultado una serie de actuaciones muy concretas en  un determinado lugar, en este caso, el lugar  que nos ocupa no es otro que Triana.

Antes de nada tendré que hacer una observación de gran importancia encuadrada en esta inter-relación humana, que no es otra que desmontar el tópico existente acerca del comportamiento trianero. Triana cuando hace uso de su nombre no adopta una actitud prepotente, Triana hace uso de su nombre inconscientemente al haber forjado su carácter por si sola, ya que desde sus inicios como núcleo de población ha sido un barrio de aluvión, un  barrio   de   acogida,  me remito a Herodoto, un  barrio  extrovertido, como  lo  demuestran  todos  los   antecedentes históricos de los cuales daremos referencias con el fin de tratar él  porqué es la pionera en mundo del arte y muy en particular en dar a conocer una cultura musical que se había venido gestando en el transcurso del tiempo, dotándola con sus aportaciones: personalidad y creando estilos propios que han sido transmitidos y quedados grabados en nuestra reciente historia de lo que en la actualidad conocemos con el apelativo de flamenco.

No obstante en la actualidad se está dando un fenómeno no acorde con el comportamiento del trianero de antaño, tal vez este ya en la lejanía, y el estar incrustada definitivamente en el comportamiento urbano se produce un choque frontal de ambos, el aislamiento a que estuvo sometida ha desaparecido, perdiendo lentamente su idiosincrasia peculiar, cayéndose en los conceptos radicales de preservarlos no acordes con unos nuevos tiempos y modas.

La formación de este núcleo de población es antiquísima, ya que el primer asentamiento de Sevilla se da a la margen derecha del río, por la sencilla razón de que a pesar de las dificultades que este presentaba debido a las inundaciones que puntualmente se daban al año, las ventajas obtenidas eran cuantiosas ya que el limo dejado era de una fertilidad extrema, aunque las comparaciones se suele decir que son odiosas, es un caso muy parecido a un gran río como es el Nilo.

 Tendríamos que empezar preguntándonos que tiene que ver esto con el origen de que el  Cante apareciera en Triana, tiene que ver y mucho, porque la historia de nuestra Cultura Musical no se puede decir que tenga sólo doscientos años, si bien el apelativo es muy moderno, su forja se ha dado durante un largo proceso histórico.

Una vez expuestas estas argumentaciones, entraremos de lleno en la expresión musical que ha distinguido a Triana en lo que más tarde se iba a denominar en un principio Cante Gitano o Cante Hondo y más tarde Flamenco.

¿Y por qué en Triana? Existen muchos razonamientos y tendremos que dar algunos. Uno de ellos, el primordial es la llegada de los gitanos a Triana, pero no obstante tendremos  que  decir que antes de su llegada ya   se   daban   fiestas   auspiciadas   por  la celebración de la Velá de Santa Ana, al haberse erigido un templo en su nombre por Alfonso X “El Sabio” siendo velada la Santa, llegando a alcanzar tal nombradía que fue punto de encuentro de gentes llegadas de los más lejanos territorios, estableciéndose la costumbre Cristiana-Castellana de sacar a la Santa alrededor del templo recientemente construido motivando un gran jolgorio y fiestas en su nombre.

Como he comentado anteriormente la llegada de los gitanos fue primordial, ya que estos poseían una cultura ecléctica, es decir que tomaban los más diversos elementos de los comportamientos de los ya asentados, con el fin de subsistir, aún no integrándose y mantener su núcleo central familiar, no olvidando que aún estaban perseguidos por las pragmáticas dadas por los Reyes Cristianos.

Es D. Antonio Machado Álvarez "Demofilo" en su Juicio Critico el que lo sitúa hace más de doscientos años y bautizándolo con tal apelativo, o al menos haciendo referencia con tal denominación, del que transcribimos unos párrafos:

"En barrios como Alcalá, Triana de Sevilla, Santiago de Jerez una colectividad española, marginada por la cultura oficial se expresó artísticamente. En sus casas, en ventas y tabernas calentado por el vino, los antepasados de estos hombres que ahora nos miran crean el cante....

Entonces surgió un nuevo y desgarrado género El Flamenco, entendido como mezcla de elementos gitanos y andaluces (fusión de moriscos y gitanos).La salida del Cante de su medio primigenio para su explotación comercial acarreó la evolución del cante en función del éxito y los gustos del publico".

Haremos la observación que cuando "Demofilo" realiza el Juicio Critico se refería a cuando Silverio Fraconeti lleva el Cante al Café, cuando este ya estaba sedimentado y extendido, ya que él menciona a barrios como Alcalá, Triana de Sevilla y Santiago en Jerez. Entiéndase que es cuando empieza a explotarse comercialmente en los Cafés

Cantantes de la época y los sitúa ante un público. Pero su origen remoto se da concretamente en Triana al amparo de unas monedas por ser esta el centro del comercio y el existir en ella la mayor parte de los oficios que surgieron motivados por el Descubrimiento.

En próximos números seguiremos narrando aquellos hechos que acontecieron, como así cantaores, tocaores y bailaores que fueron los máximos protagonistas que contribuyeron para que Triana haya sido un pilar indiscutible en la edificación de lo que hoy conocemos como Flamenco.

SALIDA HERMANDAD DEL ROCIO DE TRIANA

SALIDA HERMANDAD DEL ROCIO DE TRIANA

 

Corrían los primeros meses del año 1813, cuando dos vecinos de la Calle Castilla Antonio Hernández y Maria del Carmen Tamayo decidieron fundar una Hermandad con el objeto de hacer peregrinación a la Aldea del Rocío, situada en el termino Municipal de Almonte, siendo el 6 de Junio de este mismo año cuando en unión de doce vecinos más quedó constituida como Hermandad, celebrando sus primeras elecciones el día 9 de Enero de 1814, y realizando su primera peregrinación el día 27 de Mayo de este mismo año, llevando ya 34 carretas y 28 caballos con el Simpecado que habían decidido confeccionar y que lo bordó Doña Maria Narcisa de Cuenca.

La Hermandad escogió como sede el 1 de Mayo de 1817 el Convento de San Jacinto en él que estuvo ubicada durante 165 años, hasta su traslado a una Capilla de su Propiedad en la calle Evangelista el 25 de Septiembre de 1982.

La Hermandad del Rocío de Triana es la sexta más antigua de las que en la actualidad hacen peregrinación al ya Santuario de la Virgen del Rocío y anteriormente ermita, realizando su peregrinar rodeada de una gran multitud de peregrinos.

La salida de la Hermandad del Rocío de Triana, efectuada este año el día 19 de Mayo, es una gran manifestación popular, estando todo el barrio alrededor de su simpecado y siendo recibida por las Hermandades de Penitencia situadas en el recurrido de su salida hacia la Aldea, siendo paso obligado su paso la Iglesia de Santa Ana, antigua Catedral de Triana y Parroquia a la que pertenece.

 

PREGÓN CORRALERO

Este Pregón fue dado hace años, no recuerdo la fecha, en el  Hotel Triana para los vecinos de los Corrales Trianeros

EN TRIANA QUIERO ESTAR

Señoras, Señores, buenas noches:

Sonios negros, corren y vuelan por los patios de Triana, huyen los nostálgicos recuerdos acurrucados entre lastimeros “ayes” de sus gentes, un barrio marchito que floreció regado por la corriente de su río, aquel que forjó un carácter y hasta la niña soleá esta callada, falta de los aires y los sentimientos amorosos del cante.

¿Dónde está mi Cava?
¿Dónde están mis gitanos?
Llorando a lágrimas vivas,
Por caminos perdidos
De negra oscuridad.
¡Ya están aquí los géres!
Con largos cuchillos,
Matando a sus corrales.
¡Justicia señor queremos!
Para que no nos vayamos.

¿Dónde está mi Triana?
Presa, en la oscuridad.
Con guardianes y carceleros
Privándola de libertad.

¿Dónde están sus patios?
Y las gentes de sus corrales.
¡Marchitos ya están!
Hartos, “hartitos” de luchar.

¿Dónde está mi Triana?
¿Dónde está el barrio mío?
Me lo quieren quitar,
poquito a poco,
Me lo quieren robar.

Patios de mi Triana,
patio de mi corral,
carceleros en guardia
Vigilan mi libertad.

Me fui al Altozano
A ver las gentes pasar,
gentes allí no había
Y no pude naquerar.

El Altozano yerto
Solo, solito, muerto,
Gentes allí no había,
Solo cuchillos negros
Apuñalando a la mare mía.

Ya no está la Taberna,
Ni los Dos Hermanos,
Ni casa Cuesta,
Que ya cerraron.
El Altozano yerto
Solo, solito, muerto.

No está el Puesto del Maño
Ni el Puesto de la Flores
Llegaron los geres
Y a los dos lo mataron.

¿Dónde está el Altozano?
Con cuchillos negros
Negros, lo apuñalaron.
El Altozano yerto,
Solo, solito, muerto.

¿Dónde están mis toreros?
¿Las gentes del barro?
¿Mis ladrilleros?
¿Todos, toitos se fueron?

Un museo le quieren hacer.
A las gentes del cante,
A los ceramistas,
Y a los toreros.
Eso es lo que dicen,
nos han dicho que sí,
es lo que pedimos
lo vamos a creer,
pero el tiempo ha pasado
Y seguimos estando sin él.

Que bonita está Triana
Cuando le ponen al puente
Banderitas republicanas.

Esta es la letra original
La que cantaba Pastora
Antes de la gran tragedia
Que mató a media Triana
¡Aquí empezó su final!

Que bonito está el puente
Cuando llega la Velá.
Pero no escucharemos
El cante, el cante
El cante por soleá.
Escucharemos música
Que con Triana
No tiene que ver ná.

Triana cuna del flamenco
Madre de todos los cantes
De las soleares, de los tangos
De la carcelera, y de la toná
Y no tiene su gran festival.

Que adornadita estaría la Velá
La Veláita de Sant´ana
Con un festival de flamenco
En el patio del Hotel Triana.

Que letras más bonitas
A su barrio de Triana
Gracia cantó con salero.
calle dicen que tiene
Sin números, sin azulejo.

Debían en el Patrocinio
Ponerle un monumento
Por que con sus letras
Defendió a su barrio
En trágicos momentos.

Triana, Triana, Triana
Como reluce Triana.
En aquellos días de fiesta
Que el barrio se divertía
Estaba yo y era cierto
Lo que allí en Triana había.

Y de lienzos de azulejos
Que vamos a decir.
Serian tantos los trianeros
Que no cabrían aquí.

Mira que si echaran cuenta
A los trianeros de verdad.
Triana seria Triana
Y la Velá su Velá.

Ya estamos en la antesala de la Velá, fiesta grande en Triana, la Triana antigua y popular, pero a la misma vez joven, hermosa y bella que se acicala cada año para encontrar un mocito que la enamore y la piropee.

Mi Velá de Sant´ana, esa que me recuerda mis correrías de niño, escapadas a la calle Betis. Cucaña, de sueños de juventud, amores y piropos a las niñas corraleras, risas y alegrías. Tablao en el Altozano, avellanas verdes y sandias con zumo rojo, como las lágrimas que echaron aquellos que se fueron. Gracia y salero de una Triana arrabalera que se nos fue, siendo algunos los culpables, que desenfundando los negros cuchillos de la incomprensión la dejaron a su suerte, suerte negra de lamentos y lloros.
Aquello no volverá, es imposible que retornemos a un pasado lleno de tristezas y lloros acicalados y empolvados con la alegría de la solidaridad sencilla y llena de humanidad de las gentes del corral.

¡No! No queremos mirar hacia atrás, pero para caminar hacia delante los recuerdos son la base y el sustento, el alimento que nos ayuda el ser y estar en trianeros, que Triana que no pierda sus esencias sublimes, hondas y profundas y que no confundan que aquello fue un espejismo. Estamos en la realidad constante del sentir de un barrio que lo han hecho universal sus gentes y esto no lo quieren reconocer. Por sus calles aún caminan sus sentimientos, espejo de un comportamiento que ha sido y es un legado irrenunciable. Hay que conocer a sus gentes, a su talante y velar por todo aquello que está perfumado con esta herencia histórica, esto no es estar en contra del progreso, es estar a favor, que enriquece el presente y lo dota de unas características esenciales de belleza y armonía.

Triana se engalana, se acicala en los días de la Velá. Fiesta grande en
Triana, pero esta galanura debe ser permanente, para que resuma por sus
cuatro costados su belleza incomparable.

Que bonita esta Triana
Con su bata de cola,
Calle Betis engalanada
en su Velá de Sant´ana

Por peineta el Puente
Por vestio, lunares:
Farolillos de colores
Y por pendientes
La gracia de sus gentes.

Y un piropo de la giralda,
Y de la Torre del Oro
¡Un requiebro!
¡Un te quiero!
Un engarce de esmeraldas,
De las dos torres señeras,
Más bonitas de España,
Que piropean a Triana
En las noches trianeras
De su Velá de Sant´Ana.

Y el río pasea su corriente,
Para quedarse con sus gentes
con sus gentes de Triana
En la Vela de Sant´Ana.

Un día me dijeron
Que Triana se iría
Navegando por el río
En un barquito velero.

Se fue hacia la mar
Entre las rías y los esteros
Harta, hartita de llorar.
No hay quien la quiera
Y no puede navegar.

Un mocito llegará
Queriéndola enamorar
Y Piropos le echará.
Pero para querer a Triana
Ha de ser de verdad.

Y casarse en Sant¨Ana
En los días de su Velá
para que no digan las gentes:
Que sus promesas no cumple
Y ¡Por Triana no hace ná!

Que pena de Triana mía
Todo el mundo la quiere,
Con ella quieren pasear
Se enamoran de su nombre
Cogerla por el brazo
Y hasta la quieren besar
¡Pero de casarse ni hablar!
Tendrá que ser un trianero
El que con ella se case
y la quiera de verdad.

El día que esto ocurra
Tocaran las campanas
De la O y de Santa Ana
Triana será una fiesta
Una venturosa mañana.

Que sueño será aquello
El día que Triana se case
Con un mocito Trianero
Que la quiera, que la mime,
Y le diga: ¡Te quiero!

Y vendrá todo el mundo
De países lejanos,
Allá lejos, del extranjero
Y hasta los que un día
Echaron los carceleros.

Y Santa Ana engalanada está,
Repican sus campanas
Y allí la niña se va a casar
Que por algo es catedral
Y hasta parroquia Real

Todos cruzaran el puente
Porque se han enterado
Las gentes sevillanas
Que la niña se ha casado
Y hay una fiesta Triana.

Con un trianero se ha casado
En Sant´ Ana y en su Velá
Que de ella está enamorado
¡Viva la gracia y la sal!
La sal y gracia de Triana
Que ya tiene marido
Y de Triana no se va
Por otros lejanos caminos
Camino de la capital.

Se ha quedado en Triana
Para poder enamorar
A todo el que venga
Ofreciendo su amistad.
Que con Triana se ha casado
Y de Triana nunca se irá.

Vaya la que se ha formado
Porque con Triana
Un trianero se ha casado.

Ya ha levantado el museo
De las gentes del cante,
De los ceramistas
Y de los toreros.

Y en los días de Velá
Ya se oye otra música,
Hasta el cante por soleá.

Y el patio de hotel Triana
Que engalanado está
Los vecinos contentos
Escuchando su festival.

Vaya un salero original
A la Ronda de Triana
Le han puesto por nombre
El de una cantaora genial.

Gracia de Triana era
El nombre de esta cantaora.
Que poquito ha costado
Ponerle Gracia por nombre
y para siempre se ha quedado.

Que pasa en Triana
¡Que barbaridad!
Que Triana está en fiesta
Y no termina de acabar.

Vaya la que ha formado
El mocito trianero
Que con Triana
En Sant´Ana se ha casado.

Que siga en Triana.
Que no le dé por irse
Siga por mucho tiempo
Y no nos quedemos tristes.

Los lienzos de azulejos
Todos están colocados
Ya saben los extranjeros
El arte que Triana ha dado.

Escritores y poetas
Cantaores y toreros
Ceramistas y alfareros
Que pintaron en lienzos
De azulejos trianeros.

¡Que barbaridad!
Triana está en fiesta
Y no termina de acabar.

Vaya la que está liando
En el barrio de Triana
Este mocito pinturero
Que se acaba de casar.

¿Que pasa en Triana?
Que los corrales
Están adornados,
Las calles iluminadas
Y la Velá reluce más.

¡Y el puente como está!
Con su aniversario
de ciento cincuenta años
y lo vamos a celebrar,
Adornándolo con banderas
Exposiciones de su historia
Y no sé cuantas cosas más.

Cuantas cosas han pasado.
Pues ningunas son ciertas
Que todo ha sido un sueño
Y la niña no se ha casado.

Muchos bordillos y aceras
Muchas calles levantadas
Pero la cultura arrebatada
Por los que no tienen idea,
Que Triana está cansada
De que no conozcan
A sus gentes enamoradas
De sus costumbres, y sepan
Que Triana es un museo
De sal, gracia y salero
Cuando se va por la calle
Te conoce el mundo entero.
Se dan los buenos días
Con gracia y simpatía
Y hasta agradable cortesía.

¡Marmolillos en las aceras!
¡Las calles levantadas!
Pero Triana es otra cosa
Tiene gentes enamoradas
De sus calles y plazas,
Almas esperanzadas
De todas sus gentes
Esperanza ilusionada
En sus patios y corrales
En los que vivieron
Crecieron, hasta nacieron.
¡Maldito sea el parné!
¡Maldito sea el dinero!
tiene la culpa de todo
Hasta de echar a los trianeros.

Y si paseo por sus calles,
Me entran ganas de llorar,
Todo el mundo se ha ido
Aquí no hay nadie ya
Ni un solo un corral.
Y los poquitos que quedan
Los quieren derribar.

Paseo por la calle Castilla
Los comercios ya no están,
Los pocos que quedan
Poco tiempo estarán
Todo el mundo en el coche
Y no se quieren parar
Porque hay un aparcamiento
Que no sirve para ná.
¡Maldito aparcamiento!
¡Vaya el lío que ha formado!
Nos han quitado el Altozano
Y hasta el Puesto de las Flores
Muy lejos se lo han llevado.

¡Maldito aparcamiento!
¡Vaya el lío que ha formado!
Que hasta Belmonte
Lo tienen mareado
De ver pasar los coches
Que a comprar van al mercado.

¿Del Mercado que vamos a decir?
Menos mal que se ha salvado
después de tantos años de sufrir
y tantos muertos levantados.

Pero tuvo que suceder
Que llegara un trianero
De la placita Anita
Dicen que nació y es
Le echó bemoles al asunto
Y lo podamos tener.

Pero tuvo que suceder
Que fuera de Triana,
Un mocito trianero
El que de lejos ha llegado
De los muchos que se fueron.

¡Tiene gracia la cosa
Que para terminar el Mercado
Tenia que ser un trianero
De Triana enamorado
De los muchos que se fueron.


¡Maldito sea el parné!
¡Maldito sea el dinero!
tiene la culpa de todo
Hasta de echar a los trianeros.

Así están las cosas
En el barrio de Triana.
Muchos marmolillos
Muchas calles levantadas
Y los que están en San Jacinto
Que no se entera de nada.

¡Que Triana es universal!
¡Que necesita más cosas!
Además de las calles arregladas
Por ejemplo su cultura
Que es una necesidad.

Y no se me vayan a enfadar
Que la critica es necesaria
Y la tienen que aceptar
Porque esto es un derecho
Y algo muy natural.

Triana Preñada de historia,
flamenquería en sus calles,
esencia en la memoria,
Frescura en su talle.

Triana es eterna,
siempre la gloria presente,
es parto doliente
De flamenquería naciente.
Cava Alta, Cava Baja,
San Jacinto y Altozano,
Castilla, Betis y Puente
Río Grande y corriente.

Pólvora y alfares
en un pasado glorioso
Barro puro en sus tejares.

Triana, madre del cante,
cuna de cantaores
De artistas con desplante.

El amor es permanente
como barro en el alfar
es Triana latente,
Triana, ¡ Eterna será!

Memoria del cante ida
los sentimientos preñados
en oscuros túneles
De un tiempo sentenciado.

La pena del sentimiento,
la pena del sufrimiento,
lágrimas, llantos, añoranzas,
En ausencia de su falta.

Que pena de mí Triana
Se nos va de las manos
Como agua limpia y clara
Que corre y no la paramos.

Triana se nos va, poco a poco, nada de esto es nuevo, fue en un comienzo interesado, la Triana popular, la solidaria, la de sus corrales, unas clases populares que cuando empezaron a despertar, cuando las esperanzas y sus sueños empezaron a ser realidad, fueron desplazados de su hábitat primigenio, tronco común de su comportamiento. Atravesaron el puente y aquí se quedaron unos nuevos trianeros que recogieron esta herencia ancestral. Tal vez algún día cuando el tiempo pase reclamaremos un monumento a todos aquellos que con sus inconscientes esfuerzos hicieron posible el nombre de una Triana Universal. El fruto de todas las conjunciones de penas y sonios negros, la semilla depositada, aquella que germinó una cosecha abundante de renombre no la han podido recoger aquellos que la sembraron. Sembradores de ilusiones que se vieron marginados y apartados de sus fértiles y feraces campos de solidaridad y tolerancia, que abrieron y tendieron sus manos a todos los nuevos llegados a una Triana diferenciada con el ayer de los corrales.
La ilusión es permanente, las raíces muy profundas, fueron depositadas en un torno alfarero, aquel que el trianero, hacia girar moldeando la gracia el salero de la solidaridad, tolerancia hacia los demás. Nobleza y genio en el bien hacer de gentes sencillas, hospitalarias y acogedoras, todo demostrado en la tarea diaria, abriendo sus manos a todos aquellos que llegan.. Aquí estamos. Seguiremos estando para defender nuestras creencias. Agradecidos como el que más. Abriremos nuestro corazón al que nos quiera y coincida con nuestros pensamientos humanos y solidarios. Porque así es Triana, herencia ancestral depositada en limo fértil del padre Guadalquivir.

¡Humanidad!
Cargada de historia.
Muchas gentes se fueron,
No fueron otros:
¡Que los trianeros!

Todo esto es mi pregón
Yo no sé si habrá gustado
Pero si dejo muy claro
Que es mi corazón
El que ha hablado.

No quiero decir más nada,
muchas cosas por decir
si algunos nos escucharan
No estaríamos ni aquí.

Estaríamos en la fiesta,
En la fiesta de un casorio
De un mocito trianero
casado en la Iglesia de Sant´ana
Con una bonita y hermosa niña
Que por nombre la llaman Triana.

Me despido en esta noche trianera, antesala de una noche de Velá, de mi Velá de Sant´ana, esperando seguir teniendo las ilusiones y esperanzas necesarias para defenderla, amarla y quererla, porque en ella nací y de la que sigo estando profundamente enamorado.
Dejad que me despida sólo con un sentimiento, un sentimiento de enamorado y una confesión de amor a mi barrio, a mi Triana:

Aquí nací y me bautizaron.
Aquí me dieron teta, yo mamé
De aquí nunca, nunca me iré
Por aquí nací y me criaron.

¡Muchas gracias!

TRIANA EN EL ALTO CIELO

TRIANA EN EL ALTO CIELO

Muy cerquita del río, de su río, en sus orillas bañadas por una corriente serena y eterna, se escuchó el cantar del barrio mío y con el lamento del dolor de un parto fecundo nació el cante:



Soleá del barrio mío,
la que me hace llorar
escuchando este cantar.

Y está la seguriya
la gracia de los tangos
y la grandeza de la toná.

Tangos de Triana
nacen en la Cava
perfumados de compás.
Martines y carceleras
quejio roto, desgarrados
golpes en el yunque dan.

Flamenquería en sus calles,
esencia en la memoria,
frescura en su talle.

Triana es eterna,
siempre la gloria presente,
es parto doliente
de flamenquería naciente.
Cava Alta, Cava Baja,
San Jacinto y Altozano,
Castilla, Betis y Puente
Río Grande y corriente.

Pólvora y alfares
en un pasado glorioso
barro puro en sus tejares.

Triana, madre del cante,
cuna de cantaores
de artistas con desplante.

El amor es permanente
como barro en el alfar
es Triana latente,
Triana, ¡Eterna será!

Memoria del cante ida,
los sentimientos preñados
en oscuros túneles
de un tiempo sentenciado.

La pena del sentimiento,
la pena del sufrimiento,
lágrimas, llantos, añoranzas
en ausencia de la falta.
De cantaores que no están,
tantos que en la memoria
siempre, siempre estarán.

De Triana el cante se ha ido
a un cielo azul impenitente
por caminos de verde olivo
aún ausente está presente.

Gitanos que se fueron
sin quererse ir.
Gitanos que nos dejaron
con la pena y el sentir.

El Fillo, la Andonda, la Bilbá,
segurillas, martinetes y tonás.
La Gómez, la Josefa
mujeres de tez morena
que cantaron por soleá.

¿ Dónde está Frasco el Colorao?
Maolillo el Maestro, Manuel Maera,
Curro Pabla y Juan Pelao.
En la Triana de altos cielos
con Juana la Rinca y Juan Encuero.
¡ Cánteme señó Manuel Cagancho!
En la Cava del alto cielo
la seguiriya del Reniego
que es cabal sentir trianero.

¡ Cánteme señó Manuel Cagancho!
tu cante que es alma presente
en la Triana de altos cielos
en el día a día, aún ausente
de tu cante enamorarme quiero.

El Mogigongo, El Mojoso,
baile y cante sin fin,
sudores de fragua, afanosos
Noriega y el Tío Martín.

Triana con su sombra
da frescura al cante
no parte el alma, la comba,
nace la luz y parte
un sol radiante que discurre
como llama luminosa del arte
de Mazaco y Manuel Torre.

Sabor de Triana antigua,
ya en el tiempo lejano
en el alto cielo, el eco del cante
Segurillas y tonás-livianas.

¡ Triana !

Jardín de perfumes y aromas.
Cava semilla de la soleá.
En otro jardín de flores
rosas y claveles están.
El Garfia, Vigil y el Pinea
cortando tallos de la soleá apolá
Joaquín Costillares, Manolo el de los burros
El Pili, El Pintirropo y Wenceslao,
jardineros del cante que se nos fueron.
Emilio Abadía, El Sordillo,
Joaquín y Antonio Ballesteros,
perfil de rosas, barros por tejares cocido
tallos de cante de Domingo el Alfarero
resuenan los ecos en el alto cielo.

¡ Aún suena en el Zurraque !

Ausente el Teta, Oliver y el Arenero
la Soleá de los alfareros,
germinó la semilla presente:
el cante de Márquez el Zapatero.
Y con Paco Taranto
¡Que no se vaya el cante!
¡ Nunca !
De una Triana ya lejana
que siga estando presente
en las calles de Triana.



DEMOFILO Y TRIANA

DEMOFILO Y TRIANA

De la relación existente entre don Antonio Machado y Álvarez "Demófilo" y Triana, surgió cuando un sobrino nieto de su esposa Ana Ruiz que era del Viejo Arrabal, Manuel Lozano Hernández, gran poeta y pregonero de la Vela de Santa Ana del año 1.977, me comentó que su fallecimiento se produjo en Triana, ya que en un regreso de América llegó al puerto enfermo siendo esperado y recogido por un sobrino suyo y ante el estado en el cual se encontraba, de inmediato lo llevó a su casa en la calle Pureza, ocurriendo el óbito "cuando frisaba los cuarenta y cinco años de edad" según manifestaba su hijo Manuel en marzo del año 1.946.


 Existe una placa conmemorativa en la fachada de la casa que dice lo siguiente:
 
“En recuerdo de Antonio Machado Álvarez “Demofilo” padre 
del Folklore Andaluz en el primer centenario de su muerte 
ocurrida en esta casa el 4 de febrero de 1893. 
Triana y la Fundación Machado 4 de Febrero de 1993”
 
Ante este hecho y guiado por la curiosidad, observé con detenimiento todo lo expuesto en sus textos con el fin de averiguar la relación existente entre "Demófilo" y Triana. Quede sorprendido ante la cantidad de citas que realiza sobre el Viejo Arrabal.
Hasta cierto punto es lógico pensar que su afición por la investigación en cuanto ahondar en los orígenes del flamenco, no tuvo otra opción que citarla por lo que esta significó en este terreno musical. 
No obstante vuelca más su trabajo de campo acerca de Jerez y Los Puertos, comarcas cantaoras en pleno apogeo de desarrollo económico motivado por haber sido trasladada la Casa de la Contratación en el siglo anterior 1717 a Cádiz, habiendo quedado Sevilla y por ende Triana, huérfana de todo el comercio que ocasionaba su puerto, que fue lo que originó, al amparo de todo este trasiego mercantil, aflorara una música ancestral que más tarde se le denominó "flamenco",
consolidándose como comarca cantaora en competencia con Jerez y Cádiz. No debemos restarle mérito alguno a la Triana de hoy en día, ya que en ella se da un fenómeno muy diferenciado, aún sin conservar cierto tipo de actuaciones, al estar sus familias cantaoras dispersas sin residir en el embrión materno, como fue su "Cava de los Gitanos" y los corrales que existían en todo el barrio, caso contrario al de Jerez, que conserva intacto su núcleo esencial de relación de familias, sigue dando artistas con categoría, dato a resaltar dado su importancia al seguir prevaleciendo las raíces originarias y primigenias de lo que ésta fue y que por fortuna sigue siendo. 
Sigamos con "Demófilo" no sin antes transcribir unos párrafos que siguen estando de plena actualidad aunque estos estén datados y fechados en Sevilla y abril de 1.881.

 "El amor que profesamos a nuestro pueblo y el deseo de que la literatura y la poesía, rompiendo los antiguos moldes de su convencionalismo estrecho y artificial, se levante a la categoría de creencia y se inspire en los grandiosos y nuevos ideales que hoy ofrecen al arte, nos animan a esperar que este humildísimo trabajo, mucho más enojoso y pesado de lo que a primera vista pueda presumir, sea acogido con benevolencia por hombres científicos, dispuestos siempre a perdonar los errores de quien, al cometerlos, sólo se han propuesto acarrear materiales para esa ciencia niña llamada a reivindicar como un factor importante en la cultura y civilización de la humanidad".

 Estos párrafos proceden del prólogo del autor de la "Colección de cantes flamencos, recogidos y anotados" donde pone de manifiesto "el amor que profesamos a nuestro pueblo" considerando ya al flamenco como un elemento determinante para engrandecer el arte, revindicándolo: "se levante a la categoría de creencia y se inspire en los grandiosos y nuevos ideales" estimando "un factor importante en la cultura y civilización de la humanidad"
Pero existe un valor inestimable en este texto, este no es otro que el manifiesto de su humanidad, sensibilidad y sencillez "sea acogido con benevolencia por hombres científicos, dispuesto siempre a perdonar los errores"
Ateniéndome a lo que contempla su prólogo y siendo fiel a su ideario, “hemos procurado guardar la mayor fidelidad y escrupulosidad posible, con lo que hemos oído, al menos, hemos creído oír” he procurado recoger sus citas de Triana y darles una explicación con el ánimo, y siempre con humilde modestia, de poner en claro lo que expresaron aquellas letras populares por él recogidas. 

En el apartado de las soleares de tres versos: 

En er barrio e Triana
Er que no sabe cantá 
Sabe tocá bien las parmas. 

En Triana era muy corriente ver pandas por las calles que al no saber cantar ocupaban este lugar con el redoble de palmas y utensilios caseros para hacer fiestas. Muy en particular en días señalaitos como pudieran ser bodas, bautizos, Velá y Navidades, sin llegar a tener intención de formar un coro de campanilleros de los tantos que existieron. 

María mía del Socorro 
De la noche a la mañana 
Me perdí sin sabé como. 

Cita: "Convenientísimo seria el estudio de las fiestas hechas en honor de vírgenes y patronos de los pueblos, pues si los habitantes de Triana, como hemos visto, celebran la Virgen del Rocío y los de la Macarena a la Virgen de la Esperanza; los huelvanos festejan a la Virgen de la Cinta, los de Utrera la Consolación y los gaditanos cantan con frecuencia a la del Rosario". 
En esta cita es curioso observar "Pues si los habitantes de Triana, como hemos visto" se refiere a la romería del Rocío, que ha detallado con una rigurosa pulcritud y no se refiere a las cofradías de penitencia, lo que viene a demostrar el arraigo popular de esta Hermandad en el barrio, demostrándose que Triana era eminentemente rural en esta época.

Ya yo me hoy a morí
Jitanitos de la Caba 
Bení a yorá por mi. 

Cita: "La Cava es una calle del barrio de Triana (Sevilla) dividida en dos partes denominadas: Cava Nueva y Cava Vieja. Esta calle, con la de San Juan y la de Pelay y Correa, también en el mismo barrio, es, y ha sido de antiguo, el sitio donde habitan la mayoría de los gitanos de Sevilla; por eso se encuentran a cada paso, en las coplas flamencas, alusiones a estas calles. - Cava, dice el diccionario, es vocablo anticuado, que significa lo mismo que cueva u hoyo ” 

Hay que resaltar en esta cita que distingue a Triana poniendo a Sevilla entre paréntesis, como de un pueblo se tratara, como siempre ha sido tratada por muchos autores, debido a su aislamiento de la capital por el río.
La Cava es la actual calle de Pagés del Corro, este no fue otro que el responsable municipal que cubrió el Foso del Castillo de San Jorge, urbanizándola estableciendo una calle, aunque los trianeros viejos la siguen denominando Cava, haciendo
distinción entre la Cava Nueva, de los gitanos y la Cava Vieja, de los Civiles, por existir en ella el cuartel de esta Benemérita Institución, hoy desaparecido. La calle San Juan, hoy denominada Evangelista, fue el último reducto de residencia de los gitanos de Triana. La de Pelay y Correa sigue con igual denominación, nombre del Maestre de Santiago que estuvo en la toma del Castillo de San Jorge y de Sevilla, y primer asentamiento gitano cuando llegan a Triana a mediados del Siglo XV.

Ya se lo dije a mi hermana
Que no pase por er puente
Qu"está er colera en Triana.

Cita: "Parece histórica y aludir a alguna de las últimas epidemias sufridas en esta población. Los pueblos conservan en sus composiciones, tanto larga como breve, la memoria de las calamidades y acontecimientos, ora felices, ora desgraciados, que ejercen poderosa influencia sobre su suerte".

Esta letra de soleá referente al cólera en Triana, es una característica de las letras de los cantes del Viejo Arrabal, recogiendo todos los acontecimientos que se daban. Se refiere a la epidemia de cólera que existió en Triana en el año de 1.837, quedando su población muy diezmada.

En el grupo de las soleares de cuatro versos:

Cuando la riá más grande
Llegó el agüita hasta arriba
Pero no púo llegá
Aonde yegan mis fatigas.

A esta letra no da cita alguna, existiendo una explicación lógica: las inundaciones en Triana eran puntuales todos los años, dándose algunas veces hasta dos; una finalizado el otoño, finales de Noviembre o principios de Diciembre y si el invierno era lluvioso se daba otra alrededor del mes de Febrero. Las anegadas del río al ser una cosa normal, toda Triana las aceptaba, no dejando de ser una tragedia. Si observamos esta letra de solea no la considera un drama, la acepta con toda naturalidad, cuando la riada era de gran importancia y el agua subía fuera de los limites a que se estaba acostumbrado es cuando se produce una verdadera catástrofe, al no estar Triana prevenida para tal acontecimiento, no obstante se estaba siempre en
vela por si esto ocurriera. Los historiadores resaltan todas aquellas que ocasionaron grandes daños y perjuicios.

En er queré no hay benganza,
Tu t’as bengao de mi,
Castigo tarde o temprano
Der sielo t´a e beni.

A esta letra tampoco le hace cita alguna, no obstante tendremos que decir de ella que la hemos escuchado muchas veces por los aficionados en la taberna del barrio, hasta tal punto que la tiene grabada Antonio "El Arenero".

Apartado de las siguiriyas gitanas:

A las dos e la noche
Los campanilleros
Con er ruío e las campanillas
Me quitan er sueño.

Cita: "He aquí, ahora, algunas coplas, llamadas de los campanilleros, que acreditan el concepto que el pueblo tiene de los devotos de esa Hermandad, suprimida hace años: desde la restauración han vuelto a salir otra vez campanilleros, lo hay en la parroquia de San Gil, hermandades de la Virgen de la Esperanza y la del Rosario; en la del Patrocinio, en Triana y en otras varias.”

Cuando se refiere a los "devotos de esa Hermandad’ es la del Rosario de la Aurora, de la cual derivaron los coros de campanilleros. La capilla del Patrocinio es la del Cristo de la Expiración, denominado por el vulgo "El Cachorro", tallada por Ruiz de Gijón en el año de 1.601, diciéndose que fue inspirado en la agonía de un gitano de Triana apodado con el mismo nombre, que fue muerto de una puñalada. El Patrocinio se encuentra enclavado en el mismo corazón de lo que se ha denominado el Zurraque, de aquí el nombre de las soleares alfareras "soleares del Zurraque".

Oriya del río
Frente der tacón
Ayi nacieron mis hermanos
También nasí yo.

Cita: "En la calle Betis (barrio de Triana, Sevilla), orilla derecha del Guadalquivir, se halla un sitio que recibe nombre de Tacón, por la forma semicircular de un trozo de muro donde se sienta y reúne de ordinario la marinería".

El tacón ya desaparecido, era el puerto de Triana, donde se reunían muchos trianeros organizando muchas juergas flamencas. Una vez más se pone de manifiesto que las letras de los cantes de Triana siempre hacen alusión a los acontecimientos que sucedían en el barrio. El tacón estaba en plena calle Betis, antiguamente denominada Orilla del Río, donde en la actualidad se celebra la Vela de Santa Ana, con la cogida de la Cucaña, en la primera Zapata. Al discurrir el canal del río por la orilla de Triana se tuvo que reforzar esta calle con un gran murallón, dejando dos bajadas denominadas con el nombre de "zapatas" que hacían de muelle para embarcadero y puerto.

En el apartado de los martinetes:

Estando en el Artozano
Partiendo yo mis piñones,
M’agarraron e la mano
Me yeba a los callejones.

Cita: "El Altozano es una plaza del barrio de Triana, hoy constituida en paseo, y que se halla al extremo izquierdo del puente conforme vamos de Sevilla al citado barrio".

El Altozano fue la Plaza Mayor de Triana, centro de reunión de todos los trianeros, de aquí la alusión de esta letra al ser el punto de influencia del cualquier trato o negocio. Este lugar era muy transitado al ser el único lazo de unión con la ciudad por ser la entrada al puente de barcas y posteriormente por el vulgo "Puente de Triana".

Si tu mare te pregunta
Por las moñas e los sapatos,
En er camino e Cartuja
Ayí los tiene corgaitos.
Si, si, pero no,
Arboleita e pinos verdes,
Montes de la Encarnación.

Cita: "En el barrio de Triana, en lo que hoy se llama paseo de la Encarnación, existió una especie de monte o cerro que llevaba este nombre".

En esta cita nos deja "Demófilo" en la duda. En todos los textos consultados no encontramos alusión a este paseo de la Encarnación. Él está aseverando "En lo que hoy se llama paseo de la Encarnación". Si nos atenemos literalmente a la letra de este cante "En er camino de Cartuja ayi los tiene corgaitos" se desmiente "Si, si pero no" El camino de Cartuja saliendo del Patrocinio no creemos que fuera un paseo y si un camino rural. Cierto que estaba arbolado hasta llegar al Monasterio, siendo denominado "Camino alto de la Cartuja" no teniendo noticias que existieran "Montes de la Encarnación". 
No obstante Manuel Macías, cita en el plano del Asistente Álvarez Benavides da la existencia de una Plaza de la Encarnación colateral a la calle actual de Paraíso, y cercana a ella estaban ubicados el monte de "Maria Niño" para el vulgo "Marianillo" y el "Monte Pirolo". Pensamos que "Demófilo" lo confundiera esta letra, ya que parece más una adivinanza. Los "Montes de la Encarnación" podrían ser los montículos citados al estar ubicados pasados la Capilla de la Encarnación que es hasta donde llegaba la "Cava Nueva" o "Cava de los Gitanos" y en esta época se les denominara a los citados montículos de tal forma.

Yo me hoy ar Artozano
Y m’asiento en las caenas,
Le pregunto a Juan Pampano
Si ha visto a la Mitijuela.

No realiza cita alguna a letra de este cante, nos remitimos a lo citado anteriormente en cuanto al Altozano, lugar de citas y encuentros de los trianeros. En cuanto a las cadenas seguramente se refiere las que amarraban el puente de barcas a esta margen del río. Juan Pampano podría ser uno de los guardianes que vigilaban y custodiaban el puente que solían aposentarse a su entrada durante toda la jornada, teniendo noticias de todo el que pasaba, de aquí la pregunta.

Ya los sacan e la carse
Los sacan por el Baratiyo
E sentimiento yoraban
Hombres, mujeres y niños.

Cita: "El Baratillo es una especie de barrio de Sevilla, situado a extramuros de la capital, en el espacio comprendido entre las puertas de Triana y del Arenal y está dividido en dos partes, que llevan los nombres de Cestería y Baratillo. Este último es frecuentado por los gitanos que acuden a los almacenes de hierro viejo que en él existen, a hacer sus compras o sus ventas de este articulo. Por esto no es raro hallar en los cantos flamencos varias alusiones al Baratillo".

Los gitanos de Triana, la mayoría de ellos se dedicaban a la herrería, existiendo muchas fraguas. El Baratillo era el lugar como bien comenta la cita para ir a comprar el hierro para después trabajarlo en la forja. La letra de este cante se refiere a la cárcel del Pópulo existente pasado el puente, antes de llegar a la Puerta de Triana y hoy actual calle de Pastor y Landero. En su lugar existe un mercado de abastos, que sustituyó al antiguo Mercado de Entradores que surtía a la ciudad.
Hasta aquí, las citas que hemos encontrado de don Antonio Machado y Álvarez, "Demófilo" acerca de los cantes de una Triana ya lejana. Sus estudios sobre las creaciones populares constituyeron una verdadera ciencia, siendo el pionero en este tipo de investigación, dejándonos una serie de trabajos valiosísimos. 
Sin ellos hoy en día careceríamos de la base científica para conocer los orígenes del flamenco.