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CRUZANDO EL PUENTE

¿ TRIANA COMARCA CANTAORA? (Ensayo)

¿ TRIANA COMARCA CANTAORA?  (Ensayo)

Conferencia dada en el Hotel Alcázar de la Reina para el Centro Cultural Olavide en Carmona – Cursos de Verano 2006 -

                                    EL FLAMENCO DE AYER Y HOY

INTRODUCCIÓN

¡Sí! En interrogación, a modo de pregunta, fue y sigue siendo Triana una Comarca Cantaora, ¿ Es un mito? ¿Es una leyenda? Con toda sinceridad tendré que admitir que es un conjunto de apreciaciones envueltas en un halo que la han caracterizado dándole un reconocimiento no sólo en el mundo del flamenco sino también en muchos aspectos del arte.

Pero tendremos que seguir preguntándonos que circunstancias históricas han acontecidos para que el nombre de Triana haya llegado a constituirse en una referencia imprescindible a la hora de hablar de  flamenco.

Es indudable que la situación geográfica y el clima son dos elementos de gran importancia que influyen de una forma determinante a la hora de forjar un carácter y si a estos elementos les unimos las situaciones aportadas por el normal comportamiento socio-económico y político dados por la natural inter-relación entre los individuos nos da como resultado una serie de actuaciones muy concretas en  un determinado lugar, en este caso, en lugar no es otro que Triana, siendo el motivo que me ha traído aquí en esta mañana calurosa muy cerquita ya de ese día “señalaito” de la “Seña Santana”.

Antes de nada tendré que hacer una observación de gran importancia encuadrada en esta inter-relación humana, que no es otra que desmontar el tópico existente acerca del comportamiento trianero. Triana cuando hace uso de su nombre no adopta una actitud prepotente, Triana hace uso de su nombre inconscientemente al haber forjado su carácter por si sola, ya que desde sus inicios como núcleo poblacional ha sido un barrio de alubión, un barrio de acogida, un barrio extrovertido, como lo demuestran todos los antecedentes históricos de los cuales daremos algunas referencias con el fin de tratar él  por qué es la pionera en mundo del arte y muy en particular en dar a conocer una cultura musical que se había venido gestando durante en el transcurso del tiempo, siendo la portadora, dotándola con sus aportaciones personalidad y creando estilos propios que han sido transmitidos y quedados grabados en nuestra reciente historia de lo que en la actualidad conocemos con el apelativo de flamenco.

La formación de este núcleo poblacional es antiquísima, pienso que el primer asentamiento de Sevilla se da a la margen derecha del río, por una sencilla razón, ya que a pesar de las dificultades que este presentaba debido a las inundaciones que puntualmente se daban al año, las ventajas obtenidas eran cuantiosas ya que el limo dejado era de una fertilidad extrema - aunque las comparaciones se suele decir que son odiosas es un caso muy parecido a un gran río como es el Nilo – y ustedes se preguntaran que tiene que ver esto con el Flamenco, no se asusten que tiene que ver y mucho, porque la historia del Flamenco, no se puede decir que tenga sólo doscientos años, si bien el apelativo es muy moderno, su forja se ha dado durante un largo proceso histórico. Por tanto no tendré más remedio que entrar en analizar el carácter forjado de este núcleo poblacional que no es otro que el comportamiento del trianero.       

 EL  CARÁCTER DEL TRIANERO  

Para encontrar los cantes de Triana es imprescindible analizar este comportamiento, porque  Triana  desde  su configuración como núcleo poblacional fue un caso atípico en relación  con  él  del resto de la ciudad;  hasta  tal punto, que desde la otra orilla del río, el venir a Triana se consideraba una odisea, debido  a  su  mala  fama, donde  se creía que las reyertas  eran  continuas  y  los  navajazos  estaban  a la  orden  del  día. ¡ Cierto que se dieron en ocasiones! Pero de esto  a  que sus vecinos, fueran gentes del mal vivir, va   un  abismo. No dudamos que estas  manifestaciones se dieran más  que en otro lugar, pero generalizar y decir que todos sus vecinos fueran unos díscolos y bravucones es una exageración,  ¡Tal vez haya obedecido a unos intereses  muy concretos  de la  clase  dominante!  Éste sambenito lo  ha llevado  a cuestas  el barrio durante  muchos años, de aquí la consideración y el tópico aún  existente y por fortuna ya casi desaparecido de que el flamenco es de desheredados y gentes de mal vivir; ante esto tendremos que  analizar el hecho del porqué el nombre de Triana se conoce universalmente y donde el flamenco ha jugado un papel primordial, y él  por qué ha surgido este  raro  y extraño fenómeno, caso  curioso  no  por la fama  que le dio la ciudad,  sino por todo  lo contrario, por su laboriosidad de sus industrias artesanas y  por una expresión  muy  genuina en el  mundo artístico; éste dato viene a demostrar una vez más el aislamiento a que  estaba  sometida, siendo más conocida en  el exterior, que en la ciudad donde estaba enclavada.

    Con  esto  no  queremos  decir  que  no se rigiera por las ordenanzas emanadas para el establecimiento del  buen gobierno y a esta se le considerara algo distinto en la configuración global de la urbe.

   Para analizar las circunstancias que motivaron estas expresiones diferenciadas, no tendremos más remedio que entrar en la observación del porqué de un carácter; para tal fin  tendremos que remitirnos a los antecedentes  históricos, que sirvieron de base y en donde las circunstancias  socio-económicas y políticas jugaron  un  papel determinante a la hora de forjar un pensamiento y una forma de ser.

     ¿Pero  cuales  pudieron  ser  los orígenes de Triana?  Pregunta  de  difícil contestación, ya  que  incluso cuando investigamos sobre su  nombre  patronímico nos encontramos con  varias  teorías, lo suficientemente conocidas, por lo que no abundaremos en ellas. Nos concretaremos a su primer asentamiento, que  es  lo que perseguimos para poder encontrarnos con el carácter  singular del  trianero.          

       Su configuración geológica nos ha jugado una mala pasada, ya que al estar ubicada sobre un terreno de esteros  y  marismas, no han quedado los  suficientes  restos  arqueológicos  que  nos  puedan  demostrar sus primigenios asentamientos, si  bien  los estratos de limo dejados por las constantes anegadas nos pueden dar una base de datos para determinar su origen. Mientras tanto en la orilla opuesta al ser  un  pequeño altiplano, poco  elevado,  se  encontró el refugio necesario para  salvar  las  anegadas del  Guadalquivir  y creciera una ciudad, caso opuesto a la margen derecha  que  toda ella era tierra inundable. Y es aquí,  que desde un principio estuvo sometida, lo que  más  tarde  se  denominó  Triana, a  un  natural  aislamiento geográfico, donde el río fue el principal protagonista.

      Este aislamiento forzoso a la que estaba sometida, se vio amortiguado al ser una zona  de  gran riqueza agrícola y el lugar de paso de toda la zona del Aljarafe, comarca de feraces tierras que  jugaron un papel de importancia a  la hora de abastecer a la ciudad. Ya tenemos a una Triana con  un comportamiento inminentemente rural y convertida en una alquería árabe de las tantas existentes en esta orilla del  río, teniendo que ser defendida estratégicamente por lo que esta significaba,  en  cuanto  al  sustento de la  población  que  se encontraba ubicada a intramuros.

      A pesar de jugar este papel de importancia, Triana aún no se encontraba lo suficientemente poblada para que generase una idiosincrasia peculiar, al estar configurada por un caserío muy disperso no teniendo un lazo común de unión, si bien empiezan a florecer una serie de industrias auspiciadas por la abundancia de agua y el fértil limo que dejaba puntualmente el  Guadalquivir, naciendo como consecuencia el trabajo artesanal de la alfarería, así como la industria del jabón, auspiciada por los almarjos, planta  barrilera que se da  en zonas bajas y húmedas como son las marismas, que después de ser quemadas en sus cenizas aparece la sosa cáustica, que combinada con el aceite que producía el gran  cultivo del olivar, eran los elementos vitales para la elaboración de este producto para el aseo. Éste fue el principio industrial  de  Triana, pero cuando esta se consolida como núcleo poblacional es con la llegada de los castellanos, siendo  Fernando III el que establece  su  campamento  para  la   toma de Sevilla al final del foso de la Cava, en la Dehesa de Tablada, y  es cuando aparece su carácter al asentarse en este territorio la mayor parte de  las  huestes que acompañaban al Rey, donde  se  encontraban  todos  los  oficios que asistían a la tropa. Estos avatares históricos, unidos a su situación  geográfica  y  siempre  sometido  al  aislamiento natural antes comentado, dieron como  resultado unas  formas  peculiares  y  maneras  diferenciadas, siendo  determinante  para que llegaran los gitanos y  se ubicaran definitivamente  aportando  una nueva   mezcla  al mestizaje nacido en esta margen derecha del río y a extramuros de la ciudad.

      En esta aislada orilla, en un  principio se fusionaron tres culturas: Árabes, dedicado a  la  labor de la tierra, los castellanos llegados  con  Fernando III, y los gitanos que llegan más tarde, a mediados del s. XV, partiendo de la base que fueran más bien moriscos, no queriendo entrar en este tema ya que nos apartaría de lo que estamos tratando. Los judíos quedan en el interior de la  ciudad a intramuros, creando sus propias juderías y perteneciendo a  un estrato social más alto, no asentándose en Triana, si bien jugando en su economía. Ya tenemos las culturas que con el devenir del tiempo forjaron una música que más tarde se denominará flamenco.

      Él que a va  a jugar un papel determinante en la configuración definitiva del carácter del trianero fue el descubrimiento de  un  Nuevo  Mundo, floreciendo oficios que demandaba  la Carrera  de las Indias; aparecen: carpinteros de ribera, calafates, rederos, veleros, alfareros, herreros, ¡¡ojo a los alfareros y herreros que jugaron un  papel fundamental en la forja de los cantes de Triana!! Alcanzando  cotas  insospechadas  auspiciadas por éste hito histórico.

       El carácter  del  trianero es fruto del mestizaje que surgió de las culturas llegadas, como asimismo de todos  aquellos  que  llegaron incluso años más  tarde,  buscando el  amparo de  un barrio  en  el que  nadie se sentía  forastero, Triana  fue, ha  sido y es un barrio de alubión, donde  después  de  la  época  del Descubrimiento con el traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz – este traslado significó que el flamenco saliera de Triana como explicaremos más adelante -  vino a menos quedando condenada al ostracismo y donde encontraron refugio las más humildes clases sociales, comportamiento de sus orígenes primigenios.

       El  traslado  de  la Casa de la Contratación a Cádiz fue motivado a que no podían atracar los buques de gran calado, problema  aún  en  nuestros días no resuelto, trayendo como consecuencia la merma del comercio del puerto,  al vivir toda su industria  al amparo de éste, Triana entró en declive,  si bien  siguieron  establecidos ciertos oficios, no con la fuerza y la pujanza de antaño.

        La  configuración  del  estrato  social de Triana siempre fue bajo, donde sus corrales habitados por gentes de la más humilde condición forjaron un pensamiento bien diferenciado, con esto no queremos decir que no aflorara una nueva burguesía al amparo de las reminiscencias de una anterior época de esplendor.

        Triana al estar sometida al aislamiento natural, no se contaminó de las expresiones y  comportamientos de  la  ciudad, crea su propio léxico, su propia fonética y su propia música, que no fue otra que el flamenco, aparte de que el río vuelve a  ser el protagonista, no  sólo ya  por  ser  una barrera separadora, sino por las anegadas que traía puntualmente  todos los años, estando este núcleo poblacional  supeditado  al  azote que estas ocasionaban, naciendo de todo este cúmulo de circunstancias  una filosofía  en la manera de pensar, originando tener lo mínimo, con el fin de no poner en riesgo  sus pequeños  patrimonios (enseres y ajuares) que  tenían  que ser lo indispensable a sabiendas que puntualmente a la cita, el río cobraría su renta. Esto  unido  a la configuración de su caserío, casas bajas a lo más de dos plantas y  en su mayoría corrales y patios  de  vecindad, toda  la  vida se realizaba en la calle, al aire libre, con la cual las relaciones humanas  y la solidaridad era una constante  auspiciada por las carencias existentes.

        ¿Fue  posible  que  todos  estos  avatares  configuraran un carácter, un pensamiento peculiar y como consecuencia una creación propia en la expresión musical?  Mantenemos razones fundadas para que  así  fuera. El  humano, el  individuo, en  función de todo el ambiente que lo rodea, lo hace ser diferente a otros, nacidos y  criados  en  otro pago o lugar al estar en consonancia con su hábitat. A  los hechos nos remitimos,  poniendo como  ejemplo  la  diferencia de carácter existente entre los pueblos del norte de Europa con  los del sur, a más  distancia  menos  parecido, a más proximidad más semejanza,  pero  estableciendo siempre matices  en función tres factores: el terreno, la temperatura, a los que hay que unirle el humano; estos dan como resultado el carácter de un determinado núcleo poblacional o asentamiento,  que  una  vez desaparecida la  trashumancia  en  consecuencia  queda  establecido  un  equilibrio natural  conjugado  definitivamente por estos  tres factores como son:  Geología, clima e  individuo.

           Estas  son  las  razones  fundadas  antes comentadas; Triana  debido a la feracidad de su vega, su situación  geográfica, climática  y la mezcolanza  de culturas se dieran estos  tres componentes y naciera un carácter  diferenciado al  resto  del  otro  núcleo  poblacional nacido a la otra orilla  del río. No por esto, tendremos que argumentar: que este fuera mejor que aquel, pero sí diferente por las razones expuestas.

            El  carácter  es  el  modo de ser de una  persona o pueblo, la expresión personal y originalidad musical que ha surgido en el hábitat natural de convivencia impuesto por el  medio  que lo ha desarrollado lentamente, no nace de  una  forma  o  manera  inmediata, por tanto tendremos que decir en la Triana actual aún se conservan muchos  rasgos  del  comportamiento  de  antaño, aunque  estos  van ausentándose, apareciendo otros pero siempre  conectados  y  teniendo por base los originarios. La Triana rural ha desparecido por completo, estando en actualidad  incrustada  en  el  comportamiento del individuo urbano.

DE LOS CANTES Y SUS ORÍGENES

Una vez expuestas estas argumentaciones entraremos de lleno en la expresión musical que ha distinguido a Triana en lo que más tarde se iba a denominar en un principio Cante Hondo y más tarde Flamenco.

¿Y por qué en Triana? Existen muchos razonamientos y tendremos que dar algunos. Uno de ellos, el primordial es la llegada de los gitanos a Triana, pero no obstante tendremos que decir que antes de su llegada ya se daban fiestas auspiciadas por la celebración de la Velá de Santa Ana, al haberse erigido un templo en su nombre por Alfonso X “El Sabio” siendo velada la Santa, llegando a alcanzar tal nombradía que fue punto de encuentro de gentes llegadas de los más lejanos territorios, estableciéndose la costumbre Cristiana-Castellana de sacar a la Santa alrededor del templo recientemente construido motivando un gran jolgorio y fiestas en su nombre.

Como he comentado anteriormente la llegada de los gitanos fue primordial, ya que estos poseían una cultura ecléctica, es decir que tomaban los más diversos elementos de los comportamientos de los ya asentados, con el fin de subsistir, aún no integrándose y mantener su núcleo central familiar, no olvidando que aún estaban perseguidos por las pragmáticas dadas por los Reyes Cristianos.

¿Que música se daba en Triana en aquellas fiestas para que los gitanos la acogieran dotándolas de su exotismo oriental de donde provenían? No era otra que los romances tradicionales castellanos los cuales los adaptan a su peculiar forma de comportamiento corrompiéndolos por la transmisión oral. Ya tenemos un principio. ¿Por qué en Triana empieza a aparecer este estilo musical? Por una razón muy simple por qué Triana era el centro neurálgico de la economía propiciada por el Descubrimiento de un Nuevo Mundo, y donde su puerto era el punto de un trasiego mercantil prospero y floreciente. Triana era un arrabal, un suburbio donde se ubicaron las clases más bajas al amparo del comercio y la industria establecidas fuera de la ciudad.

Ya tenemos los Corridos o Romances y van a aparecer las Toná, las cuales mantengo que provienen del Cancionero de la Colombina creado debido a este evento histórico de importancia como fue el Descubrimiento. ¡Atención al dato¡ ¿Quien crea este Cancionero? no son otros que: Juan de Triana, racionero de la antigua Catedral de Sevilla, Francisco de la Torre de Sevilla y Hurtado de Jerez. Si nos acogemos a este Cancionero aparecen las letras de las Toná ya que mucha de la música escuchada en la Corte, las capillas, las catedrales y las ceremonias cívicas era improvisada. Eran la mayor parte de las letras que se oían en las tabernas, calles, plazas y lugares de trabajo de las clases inferiores de Triana. Los gitanos ya trianeros recogen estas letras popularizándolas y creando estilos personales llegando a cantar hasta treinta y tres tipos de Tonás, como la edad de Cristo,  Silverio Franonettí llegó a cantar hasta veintinueve.

De las Toná, sus derivaciones acomodadas y adaptadas a su exotismo oriental y con las creencias ancestrales de los gitanos: La “Debla” creencia religiosa y las “Carceleras” debido a la represión a las cuales estaban sometidos. Naciendo el “Martinete” cante de fragua por excelencia una vez asentados y prácticamente integrados los gitanos y dedicados a este prospero oficio que les dio pingües beneficios estableciendo entre ellos mismos una diferenciación, naciendo unos clanes y gerarquización muy típica de su raza. De los “Martinetes” tendré que hacer una observación: Se está en la creencia que este cante se ejecutaba cuando laboraban la forja, no es así, la fragua era el lugar de reunión cuando habían acabado el trabajo. No podemos olvidar que los gremios artesanales, establecían el lugar de trabajo en el mismo sitio que el de la convivencia diaria, de aquí lo que significaron las córralas, en Triana corrales y patios de vecindad, celebrándose fiestas por cualquier motivo. El yunque y el martillo  al estar siempre disponible se usó para el acompañamiento haciendo de diapasón, dando las notas al cantaor, pienso que fue el primer instrumento de acompañamiento, como más tarde en las evoluciones de los cantes se fueron incorporando otros instrumentos caseros, hasta llegar la guitarra.

Ya tenemos los cantes primigenios y primitivos: Romances, Toná y las derivaciones de estas como Carceleras, Deblas y Martines sin lugar a dudas nacidos en Triana por todas las circunstancias antes comentadas, nos quedan la seguiriya,  la soleá, y los cantes de fiestas que en Triana no eran otros que los Tangos.

Seguiremos haciendo el recorrido histórico de las manifestaciones populares que determinaron las características de los cantes de Triana y como estos fueron salidos del barrio y exportados a otros lugares dándoles el sello propio según el lugar y comarca debido a las aportaciones personales de las vivencias de cada lugar, ya que el flamenco es una creación constante.

Entraremos en analizar las Siguiriyas, en principio denominadas Siguiriyas gitanas de la Cava. Si bien su origen puede estar determinado siguiendo el mismo comportamiento de las Tonás,  no obstante estas aparecen más tarde, una vez que los gitanos trianeros se encuentran asentados definitivamente en Triana, teniendo que hacer una observación de gran importancia, el gitano en Triana se integró conviviendo en los corrales con los no gitanos, no existiendo diferencia alguna, ni creando rechazo alguno por su condición de raza, si bien mantenían su peculiar comportamiento siendo aceptados por todos.

Sigamos con las Seguriyas, ya que este cante es el resultado del producto de esta integración. He comentado que su origen siguió el mismo camino que las Tonás, el hecho queda demostrado que algunas de sus letras provenían de estas. Posiblemente a igual que los Romances fuera recogida de la Seguidilla popular castellana y adaptada por el gitano que la dota de un sentimiento muy especial, profundizando en la pena ancestral de su represión y muerte. La Seguiriya es un “quejio” es una reinvidicación, personal e individual. La Siguiriya Gitana de la Cava, se cantó sólo en Triana, que dio seguiriyeros de gran importancia como fueron Cagancho y Frasco el Colorao. Es indudable que la Seguiriya trianera es la más primitiva. En la actualidad las que se cantan son más las jerezanas y las gaditanas.

Este cante necesitaría más tiempo para su exposición y estudio y tendríamos que dedicarle un apartado monográfico no siendo el tema que nos ocupa.

Y entramos de lleno en la Soleá, mejor dicho “El cante por Soleá”  siendo difícil y complicado determinar su origen, pero al menos daré una serie de argumentaciones con el fin de demostrar que es un cante eminentemente trianero. No quiero entrar en estar en posesión de una verdad absoluta, y menos en el flamenco, donde no tenemos ni poseemos testimonios escritos para asegurar sus orígenes, por tanto tenemos recurrir a la hipótesis histórica.

Según el Diccionario, su nombre se deriva de soledad y del latín solitas-atis, pues bien ya nos encontramos con el primer enigma, ¿por qué el nombre soleá? trataremos de buscar una explicación lógica en función desde cuando se origina este cante que fue sobre el 1840, mediados de s. XIX, siendo atribuido a la “Andonda” a parecer de Triana, no existen referencias ciertas, ya que a Triana por todo los expuesto anteriormente llegaron para buscar su cobijo gentes de todos los confines. Se tienen noticias que podrían venir de los bailes denominados Jaleos según lo bailaran los hombres y Jelianas si lo bailaban las mujeres. Estos bailes estaban acompañados de cantes. La Andonda empieza a cantar sin acompañamiento de baile, hasta tal punto que adquiere popularidad por este hecho insólito, se queda sola, no es extraño que le pidieran: ¿Andonda canta sola? canta en soledad, sin nadie. Por derivación pudo venir el nombre de Soledad en definitiva en nuestro léxico “Cante en Soledad” “Cante por Soleá”. Esto no deja de ser una hipótesis, pero haciendo uso de la lógica, podemos acercarnos al porqué de su nombre.

Triana de inmediato se distinguió por la Soleá al ser un cante que adquirió muy pronto una gran difusión y volviendo a la hipótesis histórica, nacieron grandes soleareros cada uno de ellos dándole una personalidad propia a igual que hizo la Andonda cuando lo aparta del baile, todos los creadores del cante por soleá siguieron esta línea creativa. Existe un dato a tener muy en cuenta como son los Cafés Cantantes de los cuales Silverio Franconetti fue un precursor de llevar esta música aún no conocida como flamenco al escenario. No podemos olvidar que al poco tiempo se inaugura el actual Puente de Triana no existiendo los impedimentos que tenia el Puente de Barcas, recurriendo el Gran Silverio a los cantaores de Triana para sus actuaciones en los Cafés. Otro dato a tener en cuenta es que todos los Cafés Cantantes, se establecen a la salida del Puente de Triana hasta llegar al Centro, por este motivo empiezan a salir los cantes de Triana del hermetismo de su circulo trianero.

Si la Andonda fue la precursora en los cantes por Soleá siguieron su línea creadora muchos cantaores trianeros, y tuvo tal difusión que muchos llegaron a Triana para conocerlo hasta tal punto que se tienen noticias de que en el Callejón del Estudiante, actual calle Magallanes, muy cerca de lo que fue el Zurraque existía una pensión regentada por una señora que su sobrino era aficionado al toque de la Guitarra siendo lugar de reunión y paradero de Ramoncito “El Ollero” y a donde asistió “La Serneta” interesada por estos cantes.

En Cante por Soleá fue recogido en el barrio de Triana por gitanos y no gitanos siendo los Alfareros y su precursor Ramón el Ollero, los que crean unos estilos muy personales, distinguiéndose de quien ejecutara  los cantes por Soleá de la Cava. El Cante por Solea se convirtió con el paso del tiempo en un cante grande por excelencia. A la Andonda le siguieron Ramón el Ollero, Santamaría, Lorente, Silverio, Ribalta,  La Cuende, La Gómez, Fernando el de Triana entre tantos y tantos que llegando a nuestros días, como Emilio Abadía, Domingo “el alfarero”, El Sordillo, Manuel Oliver, Joaquín y Antonio Ballesteros, Antonio El Arenero, del que escucharemos un testimonio de su voz antes de fallecer, Márquez el Zapatero, que si bien de Villanueva en cuanto al cante es de Triana y Paco Taranto nacido en pleno Zurraque que en la actualidad es un cantaor estudioso y heredero de los cantes trianeros.

Por último nos quedan los Tangos, y el porqué salen los cantes de Triana de lo cual daremos unas breves referencias.

Cuando se produce el Descubrimiento, en Sevilla, y en particular en Triana existía una gran población negroide, hasta tal punto que fundan hasta su hermandad denominada “Hermandad de los Morenos de Triana” en la antigua calle del Rosario, que en la actualidad es calle Castilla a partir de Chapina donde tenían establecido su Hospital en lo que se denominó Zurraque. Se está en la creencia que los Tangos vinieron del Nuevo Mundo por existir allí una gran población de color, pero olvidamos que los primeros hombres de color que colonizaron el Nuevo Mundo fueron los morenos de Triana, por razones que no vienen al caso. Su música ancestral se recoge en Triana adaptándola y aflamencándola, procediendo de un baile de movimientos agraciados de ágiles contorsiones, siendo El Titi, gitano de la Cava el que creó un estilo muy personal. No obstante tendremos que decir que los Tangos son unos cantes de los más antiguos ya que como hemos dicho anteriormente procediera de los Morenos y Morenas asentados en Triana. En todas las fiestas que se celebraban en los Corrales trianeros los protagonistas eran los Tangos por ser fácil de bailar al ser muy pegadizos y rítmicos.

Estos son lo cantes de Triana: Romances, Tonás, Carceleras, Deblas, Martinetes, Soleares y Tangos, lo que un principio se empezó denominar Cante Hondo. Estos cantes primitivos fueron el comienzo para determinar una cultura musical que vino forjándose lentamente hasta desembocar tal como la conocemos en la actualidad, en la cual Triana jugó un gran papel de importancia por los antecedentes comentados.

SALIDA DE LOS CANTES DE TRIANA

Triana fue la forjadora de estos cantes que  salieron del barrio por una serie de razones que quiero exponer:

-        Traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz

-        Pragmática de Carlos III haciendo súbditos a los gitanos.

-        Toma por los franceses de Triana

-        Cafés Cantantes

 El comportamiento de los gitanos sé rigió por sus propias leyes, si bien no escritas llevadas a cabo con rigurosidad, manteniendo unos clanes la mayor parte de ellos emparentados, auspiciándose una ayuda mutua en defensa de la supervivencia debido a las Pragmáticas dictadas contra ellos, por tanto mantenían una relación extrema aún en la distancia, reminiscencia de su nomadismo, dando como resultado una comunicación continua.

Los factores expuestos son de vital importancia ya que si barajamos sus fechas nos pueden dar el resultado del por qué los cantes de Triana son transmitidos, si bien una vez que llegan a otras comarcas evolucionan dándole la personalidad característica del hábitat donde se desenvuelven.

Una vez que Carlos III promulga la Pragmática en 1783, y consolidada dos años más tarde 1785, haciendo a los gitanos súbditos como a los demás, se liberan de las persecuciones dándoles una libertad de movimientos hasta entonces no conocida, con lo cual la cultura musical que se estaba gestando iba siendo divulgada pero siempre reconociendo el lugar de origen, a la misma vez que la evolucionan por las razones antes expuestas.

El traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1717, trajo como consecuencia un declive económico y comercial de Triana, pero es curioso observar como en el camino hacia Cádiz aparecen comarcas cantaoras por excelencia, veamos: Utrera a la izquierda de la ruta, Lebrija a la derecha, Jerez en el centro, hasta desembocar en los puertos que no era otro que Cádiz. Todas estas comarcas ejecutan los cantes de Triana pero lo dotan de peculiares características. En definitiva que al amparo del comercio aparecen comarcas cantaoras. ¿Y por qué Jerez y Cádiz con más influencia que las otras? Por una sencilla razón, por ser Jerez centro neurálgico de paso y Cádiz el fin de un viaje y el comienzo de otro hacia las Indias, es decir el Nuevo Mundo.

No hemos nombrado Alcalá, por una sencilla razón porque aparece más tarde y no en razón del traslado de la Casa de Contratación a Cádiz, sino por la toma de los Franceses de Triana el 10 de Febrero de 1812 que varias familias gitanas asustadas nuevamente por una persecución se establecen en Alcalá, no nos extrañe que “Joaquín el de la Paula” fuera un integrante y descendiente de esas familias. Juan Talega con su voz rotunda decía en muchas ocasiones que los cantes son de Triana, esta afirmación nos ayuda a corroborar lo expuesto.

En cuanto a los Cafés Cantantes, fue Silverio Franconetti el que jugó un papel de importancia al llevar los cantes del barrio al escenario sacándolos del barrio y del circulo familiar, coincidiendo como factor decisivo la desaparición del Puente de Barcas y la inauguración del Puente de Triana en 1852, facilitando la labor para que los cantaores trianeros se desplazaran a intramuros sin dificultad alguna. Es curioso observar como estos se van creando una vez salidos del Puente hasta llegar al centro, no queriéndolos enumerar por tener que hacer un estudio monográfico de ellos, ya que jugaron también un papel de importancia.

Existen muchas más razones pero las primordiales son las que han sido expuestas.

No quiero entrar en el detalle de pormenorizar los distintos estilos personales de los distintos cantes que se dieron en Triana, ya que seria prácticamente interminable, esperamos dejarlo para otra mejor ocasión.

Hasta aquí, en síntesis, mi visión de lo que representó Triana en el cante debido a los avatares históricos. 

Para terminar os voy a recitar un poema en el cual se contemplan la mayoría, no todos, de los cantaores trianeros y finalizaremos con el testimonio de la voz de Antonio González Garzón “Antonio el Arenero” gran solearero de barrio que lo vio nacer.

TRIANA EN EL ALTO CIELO

Muy   cerquita  del  río,  de  su  río,  en  sus orillas bañadas por una corriente serena y eterna, se escuchó el cantar del  barrio de Triana y con el lamento del dolor de un parto fecundo nació el cante:

 

Soleá del barrio mío,

la que me hace llorar

escuchando este cantar.

 

Y está la seguriya

la gracia de los tangos

y la grandeza de la toná.

 

Tangos de Triana

nacen en la Cava

perfumados de compás.

Martines y carceleras

quejio roto, desgarrados

golpes en el yunque dan.

 

Flamenquería en sus calles,

esencia en la memoria,

frescura en su talle.

 

Triana es eterna,

siempre la gloria presente,

es parto doliente

de flamenquería naciente.

Cava Alta, Cava Baja,

San Jacinto y Altozano,

Castilla, Betis y Puente

Río Grande y corriente.

 

Pólvora y alfares

en un pasado glorioso

barro puro en sus tejares.

 

Triana, madre del cante,

cuna de cantaores

de artistas con desplante.

 

El amor es permanente

como barro en el alfar

es Triana latente,

Triana, ¡Eterna será!

 

Memoria del cante ida,

los sentimientos preñados

en oscuros túneles

de un tiempo sentenciado.

 

La pena del sentimiento,

la pena del sufrimiento,

lágrimas, llantos, añoranzas

en ausencia de la falta.

De cantaores que  no están,

tantos  que en la memoria

siempre, siempre estarán.

 

De Triana el cante se ha ido

a un cielo azul impenitente

por caminos de verde olivo

aún ausente está presente.

 

Gitanos que se fueron

sin quererse ir.

Gitanos que nos dejaron

con la pena y el sentir.

 

El Fillo, la Andonda, la Bilbá,

segurillas, martinetes y tonás.

La Gómez, la Josefa

mujeres de tez morena

que cantaron por soleá.

 

¿ Dónde está Frasco el Colorao?

Maolillo el Maestro, Manuel Maera,

Curro Pabla y Juan Pelao.

En la Triana de altos cielos

con Juana la Rinca y Juan Encuero.

Cánteme señó Manuel Cagancho!

En la Cava del alto cielo

la seguiriya del Reniego

que es cabal sentir trianero.

 

¡ Cánteme señó Manuel Cagancho!

tu cante que es alma presente

en la Triana de altos cielos

en el día a día, aún ausente

de tu cante enamorarme quiero.

 

El Mogigongo, El Mojoso,

baile y cante sin fin,

sudores de fragua, afanosos

Noriega y el Tío Martín.

 

Triana con su sombra

da frescura al cante

no parte el alma, la comba,

nace la luz y parte

un sol radiante que discurre

como llama luminosa del arte

de Mazaco y Manuel Torre.

 

Sabor de Triana antigua,

ya en el tiempo lejano

en el alto cielo, el eco del cante

Segurillas y tonás-livianas.

 

¡ Triana !

Jardín de perfumes y aromas.

Cava semilla de la soleá.

En otro jardín de flores

rosas y claveles están.

El Garfia, Vigil y el Pinea

cortando tallos de la soleá apolá

Joaquín Costillares, Manolo el de los burros

El Pili, El Pintirropo y Wenceslao,

jardineros del cante que se nos fueron.

Emilio Abadía, El Sordillo,

Joaquín y Antonio Ballesteros,

perfil de rosas, barros por tejares cocido

tallos de cante de Domingo el Alfarero

resuenan los ecos en el alto cielo.

 

¡ Aún suena en el Zurraque !

ausente el Teta, Oliver y el Arenero

la Soleá de los alfareros,

germinó la semilla presente:

el cante de Márquez el Zapatero.

Y con Paco Taranto

¡ Que no se vaya el cante !

¡ Nunca !

De una Triana ya lejana

que siga estando presente

en las calles de Triana.

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