TRIANA Y LOS VILLANCICOS
Fue el verso dedicado al cantaor Manuel Torre por una saeta cantada a la Macarena en la calle de la Feria. ¿Se preguntarán qué tiene que ver una
saeta con las ya cercanas fechas de la Navidad? ¡Pues sí! Ya que en el flamenco, la Saeta y los Villancicos constituyen la mejormanifestación flamenca de inspiración religiosa aunque en este caso basado siempre en los sucesos y circunstancias que rodearon el nacimiento de Cristo.
El Villancico Flamenco, en verdad es un cante aflamencado al compás de bulerías, ya que este cante festero asimila
cualquier tipo melódico.
Pero hablar y escribir de Villancicos es estar obligado a resaltar la figura de un personaje que lo popularizó y lo sembró con tal arraigo que aún en nuestros días persiste como flor eterna, sin marchitar.
Este no fue otro que Rafael Ramos Antúnez, "El Gloria" o "El Niño Gloria", nombre artístico que fue originado por su interpretación al compás de bulerías de un villancico en el cual se repite la palabra Gloria. Nadie como él cantó las flamenquisimas coplas de Nochebuena en su tierra natal de al; letter-spacing: -0.4pt; ">Jerez de la Frontera.
t-align: left;">El redoble de las palmas, zambombas y panderetas, hacen del Villancico Flamenco en la época de Navidad un cante atrayente y esperanzador.
Su acompañamiento musical es de lo más variopinto. Todo utensilio que esté a mano para marcar el compás es válido. Hasta la botella de aguardiente una vez vacía y rasgada con cuchillo, tenedor o cuchara ¡Claro está que tiene que ser de las de cuadritos que dan sonoridad al compás!
Sobre los Villancicos y Campanilleros mantengo una apreciación personal, estableciendo diferenciación entre ambos, que trataremos de explicar. Estos están encuadrados por muchos autores en los cantes derivados de las distintas modalidades de procedencia folclórica.
El Villancico es un cante aflamencado al compás de bulerías, es decir que en definitiva es una buleria, ya que este cante como hemos comentado asimila cualquier tipo melódico. El Villancico por estar adaptado a la buleria es genuinamente flamenco. Es un cante individualizado, como todo el flamenco, aunque esté acompañado en grupo con las palmas y todo tipo de utensilios. Mientras que el Campanillero su origen y procedencia es totalmente distinta, está originado por canciones populares andaluzas cantadas con motivo del Rosario de la Aurora.
Por este motivo no se da en él la individualización que el flamenco requiere, sino todo lo contrario, en grupo.
No obstante su encuadramiento conjunto, viene dado a que don Manuel Torre realizó una versión grabada en disco, separando bastante su música original y prestándole verdadera entidad flamenca.La popularidad de los Campanilleros la alcanzó la Niña de la Puebla con una versión más ligera
y fácil, pero hermosa de ejecución. En definitiva los Campanilleros son unos cantes de fácil ejecución quedándose en copla.
En cuanto a su acompañamiento musical también es totalmente diferenciado del Villancico, no se da el redoble de palmas, se suman además de la guitarra, bandurrias, laúdes y triángulos y el cante en grupo, aunque aparezcan solistas. Es un coro, actuación totalmente contrapuesta con la expresión genuina del flamenco en él cual el intérprete, el cantaor, abre sus sentimientos hacia fuera y está todo relacionado con el sentir de una sola persona.
Ahora bien, en que lugares o pagos se cantan los Villancicos cuando generalmente está establecida la confusión el ser una misma cosa cantarlos un grupo flamenco o las Rondallas mas tradicionales y afamadas. En función de esta observación tendríamos que establecer lugares muy concretos en cuanto a sus intérpretes.
Sin lugar dudas los gitanos lo han caracterizados aflamencadolos, siendo Jerez por naturaleza el máximo exponente y donde han nacidos grandes creaciones originadas por los artistas flamencos jerezanos, siendo el centro de nacimiento la familia, origen ancestral del flamenco gitano y al haber conservado Jerez la estructura urbana de sus famosos barrios.
En el caso de Triana están prácticamente desaparecidos, ya que las familias originarias de la Cava fueron trasladadas a otros lugares de la ciudad desapareciendo la comunicación entre los clanes familiares gitanos que celebraban de antaño Nochebuenas inolvidables y donde aparecían los Villancicos Flamencos. La especulación del suelo causada por los intereses económicos acabó fulminantemente con la tradición secular del asentamiento gitano en Triana, caso contrario a Jerez que ha sabido conservar estos núcleos casi intactos.
Se ha dado un caso atípico, no solo de los Villancicos, sino del flamenco en general y poder conservar las raíces primigenias y originarias de Triana en el barrio de “Las Tres mil” al haberse asentado en él muchos gitanos de la antigua Triana.
La Triana actual dista mucho de aquella que jugó un gran papel e importancia en el Flamenco, sólo los trianeros antiguos aún residentes en el Barrio, no son muchos, pueden conservar los comportamientos de las Navidades Flamencas, pero desgraciadamente están dispersos. Algunas y pocas familias ejercitan la costumbre tradicional de estas celebraciones, pero no con el empuje necesario para destacar con los Villancicos como destaca Jerez.
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