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CRUZANDO EL PUENTE

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL FLAMENCO II Coralino Sánchez

TRIANA SANTÍSIMA TRINIDAD  DEL  FLAMENCO II Coralino Sánchez

Haremos un breve recorrido por un periodo que abarca desde el último tercio del siglo XIX, hasta llegar alrededor de los años sesenta del siglo XX. En este periodo de una duración aproximada de cien años se encuentran las dos épocas más importantes del Cante: La Edad de Oro y la Opera Flamenca. Trataremos de argumentar las causas que motivaron la salida del flamenco de Triana, así como anécdotas de una Sevilla aún provinciana, que luchaba denodadamente por encontrar el espacio cultural de antaño, de la que fue protagonista indiscutible.

Triana, Collación y Guarda de Sevilla, La Puebla, el núcleo de población nacido a extramuros, en la margen derecha del Río, fue la pionera en dar a conocer los cantes ancestrales, desde finales del XVIII y durante el siglo XIX. El punto de referencia, el refugio cobijador de todos aquellos que quedaron embelesados por una música que como sangre corría por sus venas; fuente y venero donde bebieron para expresar los sentimientos reprimidos siglos atrás.Triana inconscientemente aportó al flamenco toda una cantera de cantaores que se encontraron inmersos en un mundo aprovechado por los que intuyeron que esta expresión genuina podría reportar grandes beneficios, dotándolo de las estructuras necesarias para su lucro. De ahí llevarlo a los Cafés Cantantes. Si bien Triana, con independencia de la creación de este elemento, siguió como epicentro, siendo digna referencia, y espejo para darse a conocer y establecer el profesionalismo que en una época de penuria y miseria empezó a estar bien retribuido.

LOS CAFES CANTANTES

Antes de hacer la observación histórica de su ubicación, transcribiremos unos párrafos del profesor D. Manuel García Matos. Es un juicio histórico que nos puede servir para aclarar conceptos.

Dice literalmente: «La fundamental causa que los provocó hallase a nuestro juicio el gran incremento que por entonces había tomado la afición al Cante. El crecido número de fervorosos admiradores con que éste ya contaba, pertenecientes, puede decirse, a todas las clases sociales, fue poderoso estímulo para animar a ciertos avisados dueños de cafés a organizar en sus salas espectáculos de Arte Flamenco (Cante y Baile) seguro de que con ello aumentaría la habitual clientela y los ingresos de caja del negocio. Como consecuencia de este suceso, la fila de cantaores y bailaores comenzaron a engrosar en forma hasta entonces desconocida. Raro era el mes en que no surgía algún nuevo excepcional intérprete, y ahora ya también de raza no gitana, fuese hombre o mujer. Consolidándose el profesionalismo de flamenco arte y al lado de los cantaores generales, muy escasos, es decir de los que podían y sabían cantar primorosamente todas las clases de cante, diérónse los especialistas que con no menor primor cantaban casi únicamente por seguirillas o (las formas más estimadas y prestigiosas) o por cualquier otro estilo, inclusive por las que solo al baile se destinaban, pudiendo ser tenidos dichos especialistas como extensos o largos, si del estilo o estilos que cultivaban sabían mucho, y corto si lo contrario sucedía. Acrecentándose considerablemente los acervos de soleares y seguirillas mediante las aportaciones que de ignoradas fórmulas a ellos hicieran algunos de los múltiples cantaores gitanos que se distinguieron en tal época.. Comenzaron a desaparecer los corridos (romances), las Tonás, livianas y Deblas.

Como hemos podido observar en esta fotografía literaria del profesor y maestro García Matos, realiza una profunda descripción de lo que fueron los Cafés Cantantes de la época que él conoció a principios de este siglo en plena juventud; aunque la decadencia de estos empezara en los años veinte tomando otros giros, dedicándose más a las Varietés en competencia con un nuevo fenómeno surgido como fue el cinematógrafo. En esta descripción literaria existen algunos párrafos de gran interés: - Raro era el mes en que no surgía algún nuevo excepcional intérprete, y ahora también de raza no gitana -. Es curioso observar como el maestro García Matos destaca con énfasis - Y ahora también de raza no gitana -.

Los Cafés Cantantes dignificaron al flamenco sin lugar a dudas, sacándolo de hábitat miserable y apareciendo un profesionalismo bien remunerado, contradiciendo el temor infundado de Demófilo: Los Cafés matarán por completo al Cante Gitano en no lejano plazo. Lo que no podía imaginarse D. Antonio Machado y Álvarez es que a éste se incorporarían los no gitanos. Es lógico pensar que Don Antonio en sus primeros trabajos de investigación conectó con los gitanos que fueron los primeros en hacer uso de él para su supervivencia e incluso tomó su primer apelativo de «Cante Gitano» o «Cante Hondo», monopolizando estos cantes ancestrales. ¡Ahora bien! Una vez desaparecidas las causas represivas y su notable mal fama, los Cafés jugaron un papel de importancia al acercar al flamenco a toda clase de público, los no-gitanos se incorporan ejecutando cantes desconocidos, por ejemplo los fandangos y sus derivaciones, lo que viene a demostrar que el flamenco era una cultura más amplia recogida de nuestros ancestros.

La Geopolítica o Geografía Política jugó un papel de importancia, configurando un carácter y modos de comportamientos bien diferenciados del resto de la ciudad. El río era un escollo insalvable para Triana y Sevilla. Fueron los árabes los que establecieron inicialmente el «Puente de Barcas» (1147) con el fin de acercar la fértil vega y el productivo Aljarafe. La Collación y Guarda de Sevilla, la Puebla de Triana fue protagonista en todo el proceso histórico. El actual puente de Isabel II, vulgo “Puente de Triana” se inauguró el 25 de Febrero del año de 1852; acercando definitivamente Triana a Sevilla, acabando con la problemática que creaba el Puente de Barcas, bien por las avenidas del Río o por las inclemencias del tiempo. Cinco años antes es cuando tenemos noticias de los Cafés Cantantes. Triana quedó muy cercana al centro de la ciudad, quedó comunicada definitivamente. La cantera inagotable de cantaores ya no tuvo obstáculo alguno para su desplazamiento a intramuros. Estas primeras noticias datan del año de 1847, cinco años de la inauguración oficial del Puente de Triana (estaba ya en construcción). No queremos establecer categóricamente que en este año de 1847, se cantara flamenco en los Cafés, ya que tenemos que atribuirle a Silverio Franconetti, su introducción en estos locales. Pensamos que en estos principios se darían Cantes y Bailes originarios hasta tomar carta de naturaleza con la denominación al menos de «Cante Gitano» o «Cante Hondo». Don Manuel Chaves Nogales, en su libro -La Ciudad-Ensayos- hace referencia al Café de la Cabeza del Turco, situándolo en la Calle de la Sierpes, a finales del año constitucional de 1.822, fecha anterior a la de 1.847, que es cuando realmente proliferan por doquier alcanzando cotas insospechadas. Si nos remitimos al maestro García Matos, cabría preguntarnos: ¿Fue el Cante Gitano o Hondo el impulsor de estos? Don Manuel Chaves Nogales establece la misma línea crítica que "Demófilo":Lo flamenco ha caído plenamente bajo la sanción universal; en la actualidad, una juerga es tan estúpida, que nosotros mismos la condenaríamos. Los que se horrorizan al escuchar la mezcolanza de evocaciones, de sentimientos y conceptos antagónicos, a veces incomprensibles, que se viertan por boca de nuestros cantaores en las fiestas del pueblo, debían leer cuidadosamente esas páginas de Estébanez, y saber lo que eran nuestras diversiones, después de los Olés, Tiranas, Polos, Serranas, Caleseras, Rondeñas, Granaínas, y Sevillanas, se cantaban aquellos romances peregrinos, aquellas corridas de que tanto gustaba la gente del pueblo». Parece inexplicable, ¿verdad?. Pues no hace más de cincuenta años que eran así las fiestas en Sevilla”. Don Manuel Chaves Nogales escribe este libro en 1921, cincuenta años antes es el año de 1871, cuando Silverio Franconetti inaugura su primer Café en la calle Tarifa núm. 1, (de 1870 a 1880 fue el tiempo de duración del Antiguo Café de Silverio). Esto viene a demostrar el auge que estos tomaron una vez que el flamenco se sitúa ante el público. Haremos la observación que es en el año de 1921, cuando inician su decadencia, si bien perduraron algunos como fue El Kursaal situado entre las calles O’Donnell 6, San Acacio 4, actual calle de Pedro Caravaca, y Sierpes 8, hasta el año de 1935, así como el Variedades hasta el año 1936. A título de anécdota comentaremos que cuando se derribó el Café Cantante - El Novedades -, el 19 de Marzo de 1923, se congregó una multitud en la Plaza de la Campana, para ver el comienzo del derribo portando una pancarta que decía “Novedades nunca te olvidaremos”. Este hecho viene a demostrar nuevamente la importancia que obtuvieron los Cafés Cantantes.

DE SU UBICACIÓN

Anteriormente hemos comentado que una vez inaugurado el "Puente de Triana" el centro neurálgico sevillano quedó a corta distancia del Viejo Arrabal. El puente fijo consiguió conectar definitivamente ambos núcleos de población. Si bien Sevilla acercó su Vega y el Aljarafe, necesidad imperiosa para la introducción en la capital de toda clase de productos agrícolas; Triana a su vez quedó comunicada, pudiéndose trasladar los vecinos de la Collación con suma facilidad y no con las dificultades que presentaba el antiguo Puente de Barcas. El trasiego de gentes se incrementó notablemente. Al amparo de este hilo conductor nació un profesionalismo flamenco bien remunerado. Pronto los más avispados hombres de negocios se dieron cuenta que esta expresión genuina podría reportar grandes beneficios, y siguiendo el recorrido a la salida del Puente en dirección hacia el centro es donde se establecieron: en un área no menos de mil metros en pleno centro sevillano y en el mismo camino hasta llegar a él. (Véase cuadro sinóptico).

Fue Silverio Franconettí el que apostó fuertemente para llevar el flamenco al Café Cantante, creando uno que él mismo regentaba. Los Cafés dieron el espaldarazo definitivo para el conocimiento de todas las clases sociales. Aportaron la creatividad necesaria para que éste evolucionara, debido a que los cantaores una vez bien remunerados tuvieron que hacer uso de la inventiva creadora con el objeto de la superación personal al estar obligados a ofrecer a un público exigente continuamente cantes novedosos. Dar una nómina de todos aquellos que actuaron en los Cafés sería interminable, quedando demostrada la relación de Triana con los Cafés Cantantes y de la importancia de la inauguración del Puente de Triana, el cual permitió el desplazamiento del flamenco al centro de la ciudad y consecuentemente naciendo un profesionalismo bien entendido. ¿Qué quedó en Triana?. Triana siguió siendo la ejercitante del flamenco, fue cantera inagotable, pero los más quedaron en el Viejo Arrabal, cantando pero ejerciendo otras profesiones, incapaces de llevar su arte a un escenario. Este comportamiento es el que engrandece a Triana como Barrio Universal. La época dorada del Cante se dio prácticamente en los Cafés Cantantes, una vez iniciada su decadencia enlaza con otra etapa denominada Opera Flamenca al ser llevado del Café a los teatros, formándose grandes troupes o compañías itinerantes que recorrieron todo el territorio nacional. Los últimos rescoldos del Cante en los Cafés como El Kursaal y El Variedades desembocaron en la Alameda de Hércules.

CAFÉS CANTANTES 1847/1920

DENOMINACIÓN/ CALLE 0 PLAZA/ FECHAS DE INCIO Y TÉRMINO

Café de Lombardos Calle Tetuán, junto al Teatro San Fernando 19/12/1847 al 1874

Café Suizo Sierpes 27 y 29, Cuna, 22 y Limones,6 1860 al 1899

Café del Arenal García de Vinuesa, 32 (antes La Mar) 1854 al 1892.

Café de los Cagajones Ponce de León (antes de la Paja) Años 60 del siglo XIX

Salón Oriente Trajano, 10. 1865 al 1884

Antiguo Café de Silverio (posteriormente. Salón Recreo). Tarifa, 1. 1870 al 1880

Café de los Triperos c/ Velázquez (antes Triperos) Primera mitad del siglo XIX

Salón de Variedades Amor de Dios, 23 y Trajano, 14 Año de 1918 (Cine Trajano) al 1936.

Café de la Escalerilla Esquina de Tarifa y Amor de Dios Fechas desconocidas

Café de Silverio Rosario, 4. 1881 al 1889

Café del Burrero Esquina de Tarifa y Amor de Dios. 1881 al 1897

Café Filarmónico Amor de Dios, 23. 1878 al 1903

Café de La Marina García de Vinuesa (Antes La Mar) Finales del siglo XIX y principios del XX

Café Concierto Vista Alegre C/ Génova (Hoy Avda. de la Constitución) una vez realizado el ensanche 1899 (sólo meses)

Café Concierto Novedades Santa María de Gracia, 7. 1897

El Kursaal O’Donnell 6, San Acacio 4 (Pedro Convoca 4) y Sierpes 8. 1914 al 1935

Salón Barrera También llamado Oriente. Fechas desconocidas

Café Variedades Bayona 6 (Hoy Federico Sánchez Bedoya, 13) Casa del Rincón. 1.866 al 1.875

Ideal Concert Calatrava, 24. 1919 al 1924

Salón Olimpia Mismo edificio del primitivo Burrero Hasta 1935 El Tronío c/ Sierpes, 35. 1927

Café de Los Carros Plaza de los Carros. Desconocidas.

EN EL CAMINO DE TRIANA A SEVILLA

Café Sin Techo: Esquina de Reyes Católicos y Paseo de Colón, frente al antiguo Barranco (Lonja del Pescado), también llamado "Nevería El Chino". A la salida del Puente, viniendo de Triana, en la puerta mataron a «El Canario»

Café Cantante Sevillano San Pablo, 7 pasada la Puerta de Triana 1.898 al 1.899

En definitiva la inauguración del Puente de Triana supuso para el barrio en fin de un aislamiento, dando lugar a que los cantaores trianeros pudieran desplazarse a los Café Cantantes de la Ciudad.

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